lunes, 10 de enero de 2011

¿Cuándo una Acción es Justa?

Hola, amigos:

Deseándoles que en el año que comienza todos ustedes vean realizados sus más altos deseos, continuaré con el tema de mi último artículo: ¿Cuándo una acción es justa?

Respuesta: Una acción es justa cuando beneficia a todos los seres a quienes afecta, sin violar ninguna Ley Natural.

De esta afirmación resulta que una acción sería injusta si llegara a perjudicar a una sola persona, aunque muchas otras resultaran beneficiadas con la misma. Esto, por supuesto, no es el concepto que justicia que impera en nuestra sociedad occidental, especialmente en el mundo de los negocios, en donde lo que muchos empresarios y financieros buscan es obtener las máximas utilidades posibles, sin importarles gran cosa los grandes perjuicios que con sus acciones les puedan ocasionar a muchas personas, incluso a todo un país o a las poblaciones de muchas naciones, como ocurre con algunas grandes multinacionales, especialmente en el área de los productos farmacéuticos.

Y precisamente por ser esta una práctica tan extendida, hace algunos años causó estupor y una gran conmoción en una región del centro de Colombia el hecho de que un eminente empresario de la ciudad de Pereira se arrepintió de participar en un gran negocio con otros socios capitalistas cuando descubrió que como consecuencia del mismo una persona iría a salir perjudicada, aunque él iba a ganar un millón de dólares, de una manera absolutamente legal. Fueron muchos los hombres de negocios que lo criticaron por su decisión, mientras que algunos otros estuvieron de acuerdo con su conducta por compartir su mismo estandar moral y, sobre todo, su elevado concepto de la justicia.

Y volviendo a la respuesta inicial, vemos que la misma no se refiere a personas sino a "seres", lo cual nos enfrenta a una nueva consideración: ¿Será que nuestros actos pueden ser injustos aunque no afecten a ningún ser humano?

Mi respuesta a esta pregunta es un rotundo SI, debido a que la palabra "seres" se refiere igualmente a las demás especies de la Creación, e incluso a la Creación misma. Así por ejemplo, nadie con un mínimo de inteligencia y de desarrollo moral duda que matar animales exóticos por pura diversión, para luego colocar sus cabezas disecadas en sus casas y ostentar ante sus amigos su supuesta "proeza" no solamente es una acción injusta porque no hay ninguna justificación para la misma, está poniendo a una especie en peligro de extinción, con el consecuente desequilibrio ecológico y, por todo esto, le está causando un gran daño a la naturaleza y a toda la humanidad.

En un sentido similar podríamos considerar lo que ocurre en las llamadas "Plazas de Toros", en donde un supuesto y "valiente" torero se enfrenta a un gran toro de lidia y le da muerte con una gigantesca espada que el animal está imposibilitado para eludir, debido a que previamente ha sido torturado hasta el cansancio, incluso desde el día anterior, dejándolo sin comida ni agua, no permitiéndole dormir porque durante toda la noche se le pincha su cuerpo con filosos estoques, se le liman los cuernos para que el "valiente" torero corra menos peligro y, como si todo esto no fuera suficiente, con grandes bolsas de arena se le golpea sin cesar en los lados de su cuello para causarle el máximo dolor destruyendo sus músculos y evitar que el pobre animal pueda girar su cabeza hacia la derecha o a la izquierda, para que no pueda embestir hacia los lados y así el torero no corra ningún peligro por esta causa: y, por último, para agotar aún más sus fuerzas, en sus testículos son clavadas dos grandes y puntiagudas agujas de acero comunmente usadas para tejer, por lo cual este desdichado animal muge toda la noche anterior por esta salvaje tortura.

Y como si todo esto fuera poco, al comienzo de la corrida este pobre animal es torturado de nuevo clavándole largas lanzas y filosas banderillas en su lomo, para causarle una fuerte hemorragia y el máximo dolor posible, antes de enfrentar al "valiente" torero que le dará muerte sin la más mínima misericordia ni compasión, porque su exiguo desarrollo moral no le permite experimentar ningún sentimiento positivo. De hecho, esta clase de personajes, y quienes gozan en las graderías con este terrible espectáculo, son seres tan primitivos que hasta ahora están saliendo de su estado de evolución animal para comenzar a desenvolverse como humanos.

Esta es la razón por la cual ellos no pueden comprender la injusticia y el salvajismo de sus acciones. Es que simplemente todavía no son humanos en su desarrollo moral, aunque tengan la misma configuración física del Homo Sapiens.

Hasta nuestro próximo encuentro, queridos amigos.

Efraín

2 comentarios:

  1. gracias me sirvio mucho tu rrespuesta espero que me ayude con mis tareas besos que dios los bendiga

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  2. menso accion justa aay no deveras

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