Hola, amigos:
Continuaré hoy con el desarrollo histórico del concepto de la Justicia.
Debido a que la comprensión de este Principio Universal depende del grado de evolución de la conciencia moral del hombre, es lógico que en las épocas antiguas hayan sido los reyes y emperadores, como supuestos "representantes de Dios en la tierra", los encargados de administrar justicia entre sus súbditos, de acuerdo con su propia comprensión y las leyes instauradas por ellos mismos.
Posteriormente, con el advenimiento de la democracia como sistema político dominante en muchos países, junto con el desarrollo del Derecho como ciencia, área en la cual los Romanos hicieron notables aportes a la humanidad, estos monarcas absolutos fueron reemplazados por instituciones pluralistas como los Congresos, Cámaras de Representantes, Cortes de Justicia y otras muchas instituciones civiles ajenas y, supuestamente, independientes del gobernante de turno.
Esto último ha sido un gran avance para la humanidad, porque la justifcia dejó de estar en la manos de un monarca absoluto para pasar a ser administrada por un cuerpo civil de jueces formados según las normas del Derecho de cada país. Y esta es la situación actual en la mayor parte del mundo.
Pero volviendo al desarrollo del concepto de Justicia como tal, vemos que, según Aristóteles, esta debía estar ligada al cumplimiento de la Ley establecida, tal como lo escribió en su libro Ética a Nicómano: "Debe llamarse justo al que obedece a las leyes y al que observa con los demás las reglas de la igualdad".
Ahora bien, en esa época la esclavitud era algo legal por lo cual, según Aristóteles, era legal tener esclavos porque eso estaba dentro de las Leyes de las ciudades Griegas, algo con lo cual difícilmente podríamos estar de acuerdo los ciudadanos del actual siglo XXI.
Los filósofos estoicos, con Cicerón a la cabeza, tenían otro concepto de la Justicia que era revolucionario para su época, porque ellos afirmaban que la justicia es parte de la Ley Natural Universal, la cual es anterior a cualquier ley creada por el hombre. Por supuesto, la consciencia promedio de la humanidad no estaba aún tan evolucionada en aquella época como para comprender y aceptar este avanzado concepto de la justicia, por lo cual durante muchos siglos ha prevalecido la definición dada por Ulpiano quien dijo:
"La Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho". Y esta es la definición que aún hoy día se encuentra en multitud de textos de Derecho de la actualidad.
Y a finales del siglo XX el filósofo Luis José González, en su libro "Ética de Conciliación", concibe la Justicia en los siguientes términos:
"Se define siempre como el hábito de dar a cada uno lo que es suyo. Se basa en que toda persona tiene algo suyo, unos derechos que los demás deben respetar. Toda persona tiene derecho a la vida, a la honra, a formar una familia, a trabajar, a recibir educación, a usufructuar los bienes necesarios para llevar una vida digna, etc. Todos somos personas y, desde esta perspectiva,todos somos iguales, con la misma dignidad y el mismo derecho a vivir y a realizarse. Este equilibrio, o esta armonía original resultante de la igualdad de naturaleza entre todos los hombres, es la justicia".
Esta última definición destaca los conceptos de igualdad, dignidad humana y el reconocimiento de los derechos del hombre.
Sin embargo, para aproximarnos y comprender mejor la nueva definición de Justicia que se impondrá en el presente siglo, tendríamos que resolver antes el siguiente interrogante:
¿Cúando una acción es justa?
En mi próximo artículo continuaré este interesante tema.
Les deseo a todos mis queridos amigos que ojalá hayan disfrutado de una navidad muy feliz y que en el próximo año se vean cumplidos todos sus sueños, sus metas y deseos, con mucha salud, alegría, amor y prosperidad.
Un abrazo para todos.
Efraín
lunes, 27 de diciembre de 2010
lunes, 13 de diciembre de 2010
La Justicia
Hola, amigos:
El concepto de la justicia ha estado ligado a la evolución de la consciencia moral del hombre. Por tal razón es usual ver que para el hombre de consciencia moral primitiva, tanto en la antigüedad como ahora, lo "justo" es conseguir para si "la tajada del león", o sea apropiarse de los mayores beneficios posibles en cualquier situación donde se encuentre, sin importarle gran cosa si con ello le causa algún perjuicio a sus semejantes.
En la antigüedad este tipo de hombre era el troglodita que valiéndose de su fuerza física sometía a los demás miembros de su clan; ahora, en las épocas modernas, sus descendientes son los banqueros, políticos y personajes corruptos de toda laya, en diferentes profesiones y oficios, quienes solo buscan enriquecerse a toda costa, sin importar los medios usados para conseguir sus fines.
Cuando las sociedades primitivas consideraron que debería existir alguna forma de defenderse de este tipo de personajes abusivos surgió entonces el primitivo Derecho, en forma de leyes instauradas por los gobernantes de turno en cada nación. Sin embargo, como la evolución de la consciencia moral de estos primitivos legisladores era de todas formas muy baja, estas normas estaban inspiradas en la igualdad y la equidad, pero buscando ante todo la venganza como una forma de "hacer justicia".
Este concepto de igualdad a toda costa es el primer concepto como va aflorando en la consciencia del hombre la percepción de la Justicia. Y esto se ve hoy día en las sociedades más primitivas del mundo, como ocurre por ejemplo en la costa pacífica colombiana, región en la cual este arraigado concepto de igualdad a toda costa se ve incluso entre los niños más pequeños. En esa región, muy visitada por turistas, se les advierte a todos los visitantes tan pronto llegan al aeropuerto que por ningún motivo les den monedas a los niños que los esperan a la salida. Pues bien, en cierta ocasión una señora, conmovida por la extrema pobreza y desnutrición de un niñito de cuatro años, le dió una moneda de $200, equivalente a diez centavos de dólar.
Este noble gesto por poco le cuesta muy caro a esta noble señora, porque antes de llegar al hotel, el cual estaba a poca distancia del aeropuerto y por lo tanto todos los pasajeros hacian el trayecto a pie, de repente se vio rodeada por cerca de doscientos niños con edades entre tres y seis años, quienes airados le reclamaban cada uno una moneda de $200. Como ella no tenía más monedas, la multitud de chiquillos entró en furia e intentaron agredirla con piedras, por lo cual fue necesario llamar a la policía para que la escoltara hasta el hotel.
Según nos dijeron algunos habitantes de esa población, la razón de la ira de los niños era muy clara: si la señora le había dado una moneda a uno de ellos, automáticamente quedaba obligada a darles otra moneda igual a todos y a cada uno de los niños del pueblo, ya que "no era justo" que solamente uno de ellos recibiera una moneda y los demás no.
Este es el concepto de igualdad típico de las mentes primitivas. Y esto es lo mismo que se ve en el famoso código de Hammurabi, de la antigua Babilonia, cuyo princio de justicia era: "Ojo por ojo, diente por diente".
Como en esa época ya el ejercicio de la medicina estaba regulado legalmente dentro de dicho código, era usual que si un médico no era capaz de curar a alguno de sus enfermos usando los conocimientos de la medicina de su época y actuando con la mejor buena fe, con la consecuencia de que el paciente se agravaba o fallecía, entonces al médico se le juzgaba y, de acuerdo con este código, se le causaba intencionalmente un daño físico equivalente a la agravación de la enfermedad de su paciente para que, de este modo, "se hiciera justicia".
Y la aplicación de este codigo era muy estricta: o sea que el daño infligido al médico era milimétricamente exacto al supuesto daño causado al paciente, porque el código no decía : Dos dientes por un diente, o dos ojos por un ojo, sino "Ojo por ojo, diente por diente".
Visto este proceder desde nuestra perspectiva moderna, es obvio que lo que se buscaba era una simple venganza, disfrazada de equidad, y nunca la aplicación de justicia, tal como la comprendemos en la actualidad.
En mi próximo artículo continuaré con el desarrollo de este interesante tema.
Un abrazo para todos.
Efraín
El concepto de la justicia ha estado ligado a la evolución de la consciencia moral del hombre. Por tal razón es usual ver que para el hombre de consciencia moral primitiva, tanto en la antigüedad como ahora, lo "justo" es conseguir para si "la tajada del león", o sea apropiarse de los mayores beneficios posibles en cualquier situación donde se encuentre, sin importarle gran cosa si con ello le causa algún perjuicio a sus semejantes.
En la antigüedad este tipo de hombre era el troglodita que valiéndose de su fuerza física sometía a los demás miembros de su clan; ahora, en las épocas modernas, sus descendientes son los banqueros, políticos y personajes corruptos de toda laya, en diferentes profesiones y oficios, quienes solo buscan enriquecerse a toda costa, sin importar los medios usados para conseguir sus fines.
Cuando las sociedades primitivas consideraron que debería existir alguna forma de defenderse de este tipo de personajes abusivos surgió entonces el primitivo Derecho, en forma de leyes instauradas por los gobernantes de turno en cada nación. Sin embargo, como la evolución de la consciencia moral de estos primitivos legisladores era de todas formas muy baja, estas normas estaban inspiradas en la igualdad y la equidad, pero buscando ante todo la venganza como una forma de "hacer justicia".
Este concepto de igualdad a toda costa es el primer concepto como va aflorando en la consciencia del hombre la percepción de la Justicia. Y esto se ve hoy día en las sociedades más primitivas del mundo, como ocurre por ejemplo en la costa pacífica colombiana, región en la cual este arraigado concepto de igualdad a toda costa se ve incluso entre los niños más pequeños. En esa región, muy visitada por turistas, se les advierte a todos los visitantes tan pronto llegan al aeropuerto que por ningún motivo les den monedas a los niños que los esperan a la salida. Pues bien, en cierta ocasión una señora, conmovida por la extrema pobreza y desnutrición de un niñito de cuatro años, le dió una moneda de $200, equivalente a diez centavos de dólar.
Este noble gesto por poco le cuesta muy caro a esta noble señora, porque antes de llegar al hotel, el cual estaba a poca distancia del aeropuerto y por lo tanto todos los pasajeros hacian el trayecto a pie, de repente se vio rodeada por cerca de doscientos niños con edades entre tres y seis años, quienes airados le reclamaban cada uno una moneda de $200. Como ella no tenía más monedas, la multitud de chiquillos entró en furia e intentaron agredirla con piedras, por lo cual fue necesario llamar a la policía para que la escoltara hasta el hotel.
Según nos dijeron algunos habitantes de esa población, la razón de la ira de los niños era muy clara: si la señora le había dado una moneda a uno de ellos, automáticamente quedaba obligada a darles otra moneda igual a todos y a cada uno de los niños del pueblo, ya que "no era justo" que solamente uno de ellos recibiera una moneda y los demás no.
Este es el concepto de igualdad típico de las mentes primitivas. Y esto es lo mismo que se ve en el famoso código de Hammurabi, de la antigua Babilonia, cuyo princio de justicia era: "Ojo por ojo, diente por diente".
Como en esa época ya el ejercicio de la medicina estaba regulado legalmente dentro de dicho código, era usual que si un médico no era capaz de curar a alguno de sus enfermos usando los conocimientos de la medicina de su época y actuando con la mejor buena fe, con la consecuencia de que el paciente se agravaba o fallecía, entonces al médico se le juzgaba y, de acuerdo con este código, se le causaba intencionalmente un daño físico equivalente a la agravación de la enfermedad de su paciente para que, de este modo, "se hiciera justicia".
Y la aplicación de este codigo era muy estricta: o sea que el daño infligido al médico era milimétricamente exacto al supuesto daño causado al paciente, porque el código no decía : Dos dientes por un diente, o dos ojos por un ojo, sino "Ojo por ojo, diente por diente".
Visto este proceder desde nuestra perspectiva moderna, es obvio que lo que se buscaba era una simple venganza, disfrazada de equidad, y nunca la aplicación de justicia, tal como la comprendemos en la actualidad.
En mi próximo artículo continuaré con el desarrollo de este interesante tema.
Un abrazo para todos.
Efraín
martes, 30 de noviembre de 2010
¿Qué es la Justicia?
Hola, amigos:
En muchos países se habla de la gran crisis que afronta la justicia. En algunos esta se negocia abiertamente, a cambio de dinero, en forma "legal", como si fuera una mercancía cualquiera,como ocurre en los Estados Unidos, país en donde los directivos de una gran multinacional que opera en Colombia pagaron 25 millones de dólares al fisco norteamericano a cambio de no ser encausados judicialmente por haber patrocinado a grupos armados ilegales para cometer múltiples asesinatos en Colombia.
En otras naciones los poderosos delincuentes de cuello blanco también la compran en forma subrepticia sobornando a los jueces, fiscales, magistrados o a los abogados de la contraparte.
En otros más, como ocurre en Colombia, la justicia ha entrado a formar parte de las variadas herramientas que usan los políticos corruptos para obtener sus fines, incluso como intrumento de oposición política contra algún gobierno, como sucedió en los últimos cuatro años cuando la corte suprema de justicia de Colombia no dudó en violar multitud de leyes para atacar al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez y a centenares de miembros de su gobierno o a simples simpatizantes del mismo, persecución judicial que aún hoy día se mantiene intacta cuatro meses después de haber terminado dicho gobierno mientras que, por otra parte, los políticos simpatizantes de los terroristas de las Farc, como la ex senadora Piedad Córdoba y otros muchos más, gozan de total impunidad y no han sido investigados por dicha corte "por falta de pruebas", a pesar de que los computadores incautados al jefe de las Farc "Raúl Reyes" contienen miles de documentos que prueban de manera irrefutable su vinculación y apoyo a esa organización criminal.
Pero, ¿qué clase de justicia podrá administrar una corte suprema de justicia de Colombia carcomida hasta los huesos por escándalos de corrupción, debido a que varios de sus miembros son amigos reconocidos de un narcotraficante llamado Giorgio Sale, quien durante años los llenó de costosos regalos y viajes gratuitos en vuelos charter para asistir a lujosas fiestas? Y si no fuera por que la policía italiana apresó a dicho criminal, con seguridad este todavía estaría gozando de la protección que la fiscalía general de Colombia le dio a dicho delincuente, al evitar que la investigación abierta contra él desde el año 2.002 tuviera algún progreso.
Ante este deprimente cuadro que presenta la justicia en Colombia, y con seguridad que también en muchos otros países, el ciudadano común está inerme ante los abusos de autoridad de los corruptos disfrazados de fiscales, abogados y magistrados, porque si alguien se atreve a criticarlos públicamente sus represalias pueden ser terribles, como les ha ocurrido a multitud de valientes periodistas que han publicado sus análisis y sus protestas ante esta aberrante situación. Para la muestra un botón: la periodista Salud Hernández, del diario El Tiempo de Bogotá, está afrontando un proceso penal abierto contra ella por la corte suprema de justicia, precisamente por criticar sus fallos y su abierta parcialidad.
Y, a todas estas, ¿qué es la justicia? Espero abordar con algún detalle este interesante tema en mi próximo artículo, incluyendo la nueva definición de Justicia que será la que se adoptará en el presente siglo XXI.
Hasta nuestro próximo encuentro. Un cordial saludo ara todos.
Efraín
lunes, 15 de noviembre de 2010
Carta a un Corrupto
Carta a un Corrupto/Opinión
Por: Ernesto Cortés /12:47 PM / 06 de Noviembre del 2.010
Diario El Tiempo de Bogotá.D.C, edición digital.
Se necesita tener muchos hígados como usted para llegar a su casa y darles un beso a sus hijos.
Yo no sé quién es usted. No lo conozco ni me interesa. Pero intuyo su perfil, su forma de actuar, sus buenas maneras - siempre aparentes -; su facilidad de palabra y una habilidad infinita para los negocios que se tejen bajo la mesa de una entidad pública o privada. Da igual.
Usted puede seguir orondo por la vida viendo incrementar sus arcas personales. O, lo que es peor, las familiares. Usted puede seguir esquilmando al Estado, haciendo que todo se vuelva más costoso; que lo que hoy vale un peso tengamos que pagarlo por tres; usted puede seguir ayudando a dejar niños sin escuelas, calles sin puentes, hospitales sin vacunas, vías sin pavimentar, jóvenes sin universidad, pobreza y desempleo.
¿Acaso sabía que con lo que se quedan usted y los de su clase se les podría dar educación gratis a 4 millones de niños o pagar la nómina de la mitad de los maestros del país o duplicar el presupuesto de Bienestar Familiar cada año?
Claro que lo sabe, son 4 billones de pesos, lo mismo que pagan los bogotanos en impuestos. Usted maneja esas cifras, y mientras engorda sus bolsillos, la plata escasea para lo realmente importante.
Puede hacer todo esto y más en la tranquilidad de que su facilidad para actuar por fuera de la ley lo hará ver siempre como aliado de ella.
Y porque, por lo general, personas como usted suelen comprarlo todo, hasta la conciencia de quienes deberían impartir justicia, mientras los ciudadanos de a pie miran impávidos, desde sus propias angustias,cómo se les pasa la vida tratando de pescar el último peso para llevar a casa.
Pero no se preocupe pro eso, faltaba más, eso que llaman "opinión pública" son simples ciudadanos a quienes el tema de la corrupción ya dejó de preocuparles.
La gente se cansó de escuchar esa palabra y esperar alguna acción de las autoridades.
Y por los políticos, tampoco se afane. Muchos de ellos,cuando no están con usted, fungen como salvadores, adalides de la moral, pero jamás estuvieron ahí para prevenir que usted y sus cómplices se quedaran con parte del presupuesto público gracias a una licitación, un contrato, una palanca, un permiso, una liquidación torcida, una fundación de papel o un simple sello. Fácil.
Alguien me contó que un día cualquiera fue tentado por personas como usted.
Sintió lástima del papelón que hizo su interlocutor, al que le sudaba el bozo mientras trataba de ocultar el voluminoso sobre que había puesto sobre el escritorio y que esta persona rechazó casi que apenada, jamás indignada. A eso hemos llegado.
Se necesita tener muchos hígados como usted para llegar a casa y darles un beso y un abrazo a los hijos, compartir sus hazañas y salir al cine o llevarlos al parque sin asomo de intranquilidad por los negocios turbios que solo usted conoce.
Usted no tiene que pagar nada, los demás, las personas de bien, si: pagan la ineficiencia de las entidades; el atraso de las obras; las demoras a las que se someten por cumplir la norma; pagan los sobrecostos y la inequidad.
¿Pero sabe cuál es el costo mayor? La credibilidad en nuestras instituciones, en nuestros dirigentes, que una vez puestos en tela de juicio quedan condenados. Y todos pagamos por la mala imagen de nuestro país o nuestra ciudad. Eso no tiene precio. Eso no lo puede pagar ni siquiera gente como usted. O de pronto si.
erncor@eltiempo.com.co
EDITOR JEFE DE EL TIEMPO
COMENTARIO:
He transcrito textualmente este magnífico artículo porque me identifico plenamente con su mensaje. Es lo que sin duda cualquier ciudadano honesto, de cualquier país, desearía decirle a cualquier corrupto frente a frente, por lo menos para desahogar en algo la terrible frustración y sensación de impotencia que sentimos la inmensa mayoría de los ciudadanos frente a la gran magnitud, cada vez mayor, de este fenómeno de la corrupción.
Hasta nuestro próximo encuentro, queridos amigos.
Efraín
miércoles, 3 de noviembre de 2010
La Psicología del Corrupto
El corrupto es el ser humano de más bajo nivel de evolución moral que hay sobre la tierra, por lo cual sus máximas ambiciones son:
SATISFACER: sus instintos, pasiones e inclinaciones que le brinden placer y bienestar a su cuerpo físico.
POSEER: todo cuanto exista bajo el sol.
DOMINAR: a sus semejantes, a la tierra y a la Creación entera.
Esto explica el por qué los altos valores morales como la honestidad, la sinceridad o la lealtad son letra muerta para él, porque les da la misma importancia que a las piedras de cualquier camino: sencillamente para él no existen y por eso se muere de la risa que lo llamen deshonesto, hipócrita, desleal o cualquier otra cosa similar.
Y puesto que su entera atención está puesta en el dinero y en idear formas de conseguirlo en grandes cantidades, sin importar los medios que tenga que usar para obtenerlo, esto nos permite conocer otras de sus facetas: el corrupto es, por encima de todo, un egoísta completo; por eso su palabra preferida es YO, YO, YO y YO. (Yo quiero una comisión del X% en este contrato). Y este egoísmo extremo encuentra un canal de manifestación a través de su más refinada astucia, la cual es una fase inferior de la inteligencia, que le confiere una mentalidad sumamente ágil para salirse con la suya cuando es sorprendido haciendo sus típicas maniobras dolosas; en estos casos, sus declaraciones públicas a los medios de comunicación son las mismas:
-"Mis actuaciones siempre han estado enmarcadas dentro de la ley".
-"Se trata de una persecución política en mi contra".
-"A las mentiras y a las infamias que dicen contra mi, yo les respondo con hechos y con obras".
-"Voy a demandar a quienes me acusan, por los delitos de injuria y calumnia", etc.,etc.
Y sobra decir que casi siempre el corrupto se sale con la suya evadiendo la justicia y la crítica social porque, por lo menos en Colombia, este personaje es un experto en "interpretar" las leyes a su favor aunque no tenga un título como abogado, debido a que en esencia es lo que en nuestro medio se conoce como un "avivato", o sea aquel personaje que siempre está avizorando dónde hay algún resquicio legal que él pueda aprovechar para sacar algún beneficio económico, generalmente a costa del erario público o sea del dinero de todos los contribuyentes.
Y sobra decir que este tenebroso personaje tiene dos grandes campos de acción en los cuales nada como pez en el agua: la política y el sector financiero. Y como los políticos son quienes dirigen el Estado, entonces muy astutamente han ideado una fatídica alianza (por lo menos en Colombia) mediante la cual los corruptos incrustados en el congreso y en la dirección del Estado hacen "leyes" hechas a la medida para favorecer determinados sectores económicos y aumentar sus exorbitantes ganancias "de manera legal", sectores o gremios que obviamente les retribuyen sus servicios con suculentas "comisiones" que son a todas luces ilegales. Pero como nadie se entera de ello... pues no pasa nada. Y si algún periodista averigua todo el asunto y lo publica entonces las autoridades superiores anuncian que realizarán "una investigación exhaustiva" del caso y que "sancionarán a los responsables".... y efectivamente lo hacen, pero no enviándolos a ninguna cárcel sino como embajadores en algún remoto país mientras a la prensa y a la población indignada se le olvida el asunto.
Y la mano del corrupto se ve en las leyes que son aprobadas en el congreso colombiano, porque todas ellas son cuidadosamente redactadas con artículos o con parágrafos que indican excepciones a su aplicación u otras condiciones que le permitirán al corrupto evadir dichas leyes. Este tipo de excepciones legales, incluidas dentro de cada nueva ley se conocen en Colombia con el nombre de "micos" y por lo mismo un aforismo común en nuestro país es: "Hecha la ley, hecha la trampa". Esta es una de las causas de la corrupción en Colombia, pero no la única.
Este tipo de concubinato entre el Estado, los políticos corruptos y el sector financiero en Colombia lo he bautizado con el nombre de "LA TRIPLE ALIANZA" y sus pormenores están descritos en en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia". Quien desee conocer a fondo este tema solo tiene que pedir esta obra por medio de este blog.
¿El corrupto le teme a algo? Por su cinismo y desfachatez con que actúa pareciera que no , pero realmente si le teme a algo: a las sanciones legales que lo priven de su libertad y que le puedan ocasionar algún sufrimiento a su cuerpo físico. Es a lo único que teme. Lo demás le importa un bledo; que en la calle o en los medios de comunicación lo llamen corrupto o ladrón eso no lo trasnocha en lo más mínimo porque, por lo menos en Colombia, si alguien se atreve a señalarlo en esta forma se expone a pasar una larga temporada en prisión porque este nefasto personaje cuenta con un aliado incondicional y tremendamente efectivo para protegerlo: la justicia colombiana.
Hasta nuestro próximo encuentro, queridos amigos.
Efraín
martes, 26 de octubre de 2010
La Corrupción
Hola, amigos:
Estoy de nuevo con ustedes luego de haber tenido que resolver algunas fallas en esta página que obligaron a un cambio de presentación.
Nuestro tema de hoy, la corrupción, está definida en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" como "La violación de las normas éticas y morales para obtener beneficios de manera indebida y generalmente causando daños y perjuicios al Estado o a otras personas. Así la corrupción viene a ser sinónimo de soborno, cohecho, concusión, injusticia, violación de normas y procedimientos legales o abuso del poder en beneficio propio o de terceros".
Algunos estudiosos de este fenómeno lo atribuyen a las desigualdades sociales, al desempleo, a la pobreza, a la falta de oportunidades para vivir dignamente, pero esta afirmación queda sin piso al ver que los mayores corruptos en prácticamente todos los países del mundo están entre aquellas personas que más dinero tienen, como es el caso de los banqueros, expertos en finanzas, empresarios, políticos y altos funcionarios del Estado. Todos ellos son personas que se mueven en los más altos círculos sociales, por lo cual esa explicación resulta ser absurda porque, de hecho, entre las personas pobres es precisamente donde más se observa la honestidad en sus conductas habituales.
La corrupción es producto de la desaforada codicia propia del hombre primitivo, o sea aquel ser de muy escasa evolución moral. Esto significa que el hombre corrupto es aquel que en su escala de evolución personal está en el peldaño más bajo, o sea que hasta ahora está iniciando su evolución moral y por lo tanto carece de valores morales positivos. Para este personaje, por lo tanto, la ética, los valores morales y las elevadas normas de conducta social son letra muerta y le causan risa, porque su mente, su corazón y todo su ser están enfocados en una sola meta que es la obsesión de su vida: el dinero.
Que el hombre corrupto es un ser primitivo de eso no hay duda; sin embargo, para que no haya equívocos, esto no significa que el término "primitivo" tenga aquí el mismo significado que se le da a esta palabra cuando se le aplica a los indígenas o a los pueblos más atrasados del mundo. En los corruptos esta palabra significa un nulo desarrollo moral, sin importar que vivan en mansiones lujosas, tengan jets privados, autos finos y muchas otras comodidades. En realidad sus bienes no los hacen ser mejores personas, sino que en ellos son simplemente unos magníficos disfraces para esconder su naturaleza salvaje. En otras palabras, detrás de sus riquezas, títulos académicos, finos modales y grandes cargos son simplemente unos rapaces y vulgares lobos cubiertos con pieles de ovejas. Y al decir esto estoy insultando a los lobos.
El origen de la corrupción está, por lo tanto, dentro del corazón del hombre sin ningún desarrollo moral. Por lo tanto, si queremos disminuir los escandalosos niveles de corrupción que son habituales no solo en Colombia sino en muchos otros países, no hay sino dos alternativas: educar a las nuevas generaciones en forma correcta inculcándoles desde el hogar los altos valores morales que les permitirán ser personas de bien en sus vidas adultas y castigar ejemplarmente a los corruptos imponiéndoles largas condenas en cárceles bien vigiladas. Pero, por lo menos en Colombia, este último punto es casi impractible porque nuestra justicia no funciona porque está invadida precisamente por funcionarios corruptos que lo que menos les interesa es condenar a sus congéneres.
Por esa razón es que la impunidad en Colombia ronda la escandalosa cifra del 90%, según un estudio hecho años atrás por un grupo de profesores de la Universidad Nacional de Colombia, a pesar de los ingentes recursos financieros que el Estado colombiano ha destinado en las últimas décadas para su funcionamiento.
Sin embargo,esto no deberia desanimarnos a quienes anhelamos ver que nuestros descendientes tengan la fortuna de vivir en un mundo mejor, sin violencia y sin corruptos, porque está comprobado que LOS BUENOS SOMOS MÁS.
Volveré sobre este tema en una próxima oportunidad.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
Estoy de nuevo con ustedes luego de haber tenido que resolver algunas fallas en esta página que obligaron a un cambio de presentación.
Nuestro tema de hoy, la corrupción, está definida en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" como "La violación de las normas éticas y morales para obtener beneficios de manera indebida y generalmente causando daños y perjuicios al Estado o a otras personas. Así la corrupción viene a ser sinónimo de soborno, cohecho, concusión, injusticia, violación de normas y procedimientos legales o abuso del poder en beneficio propio o de terceros".
Algunos estudiosos de este fenómeno lo atribuyen a las desigualdades sociales, al desempleo, a la pobreza, a la falta de oportunidades para vivir dignamente, pero esta afirmación queda sin piso al ver que los mayores corruptos en prácticamente todos los países del mundo están entre aquellas personas que más dinero tienen, como es el caso de los banqueros, expertos en finanzas, empresarios, políticos y altos funcionarios del Estado. Todos ellos son personas que se mueven en los más altos círculos sociales, por lo cual esa explicación resulta ser absurda porque, de hecho, entre las personas pobres es precisamente donde más se observa la honestidad en sus conductas habituales.
La corrupción es producto de la desaforada codicia propia del hombre primitivo, o sea aquel ser de muy escasa evolución moral. Esto significa que el hombre corrupto es aquel que en su escala de evolución personal está en el peldaño más bajo, o sea que hasta ahora está iniciando su evolución moral y por lo tanto carece de valores morales positivos. Para este personaje, por lo tanto, la ética, los valores morales y las elevadas normas de conducta social son letra muerta y le causan risa, porque su mente, su corazón y todo su ser están enfocados en una sola meta que es la obsesión de su vida: el dinero.
Que el hombre corrupto es un ser primitivo de eso no hay duda; sin embargo, para que no haya equívocos, esto no significa que el término "primitivo" tenga aquí el mismo significado que se le da a esta palabra cuando se le aplica a los indígenas o a los pueblos más atrasados del mundo. En los corruptos esta palabra significa un nulo desarrollo moral, sin importar que vivan en mansiones lujosas, tengan jets privados, autos finos y muchas otras comodidades. En realidad sus bienes no los hacen ser mejores personas, sino que en ellos son simplemente unos magníficos disfraces para esconder su naturaleza salvaje. En otras palabras, detrás de sus riquezas, títulos académicos, finos modales y grandes cargos son simplemente unos rapaces y vulgares lobos cubiertos con pieles de ovejas. Y al decir esto estoy insultando a los lobos.
El origen de la corrupción está, por lo tanto, dentro del corazón del hombre sin ningún desarrollo moral. Por lo tanto, si queremos disminuir los escandalosos niveles de corrupción que son habituales no solo en Colombia sino en muchos otros países, no hay sino dos alternativas: educar a las nuevas generaciones en forma correcta inculcándoles desde el hogar los altos valores morales que les permitirán ser personas de bien en sus vidas adultas y castigar ejemplarmente a los corruptos imponiéndoles largas condenas en cárceles bien vigiladas. Pero, por lo menos en Colombia, este último punto es casi impractible porque nuestra justicia no funciona porque está invadida precisamente por funcionarios corruptos que lo que menos les interesa es condenar a sus congéneres.
Por esa razón es que la impunidad en Colombia ronda la escandalosa cifra del 90%, según un estudio hecho años atrás por un grupo de profesores de la Universidad Nacional de Colombia, a pesar de los ingentes recursos financieros que el Estado colombiano ha destinado en las últimas décadas para su funcionamiento.
Sin embargo,esto no deberia desanimarnos a quienes anhelamos ver que nuestros descendientes tengan la fortuna de vivir en un mundo mejor, sin violencia y sin corruptos, porque está comprobado que LOS BUENOS SOMOS MÁS.
Volveré sobre este tema en una próxima oportunidad.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
miércoles, 13 de octubre de 2010
Definición de Valores (8)
Hola, amigos:
Hoy terminaré este ciclo de definiciones de valores. Más adelante continuaré dando otras definiciones de otros temas que son igualmente importantes para nuestro crecimiento personal. El siguiente es el tema de hoy:
EFICIENCIA
De acuerdo con lo dicho en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", este valor consiste en hacer una labor en el menor tiempo posible, con la mayor calidad y con el menor costo.
Esta definición es diferente a la usualmente señalada por los directivos empresariales, quienes hacen una diferenciación entre eficiencia y eficacia, definiendo la primera como el buen uso de los recursos disponibles y la segunda como el hecho de alcanzar las metas u objetivos propuestos.
Como valor moral que es, la eficiencia tiene una notable incidencia en la vida del hombre, porque quien la posee indefectiblemente tiene asegurado en un alto porcentaje su camino hacia la prosperidad, el éxito y la felicidad, mientras que quien no posee este valor está condenado a vivir una vida mediocre, sumergido en la pobreza y la infelicidad.
De lo anterior podemos concluir algo notable: la eficiencia incide en la vida del hombre tanto en su esfera espiritual como en su vida material y, aunque el hombre la puede adoptar como valor moral, en realidad la eficiencia está mucho más allá de ser un valor para ser realmente un Principio Universal, o sea un instrumento usado por la Divina Mente Cósmica para el proceso de creación y mantenimiento armónico del Universo. Esto es fácil comprobarlo porque todos los procesos universales que podemos observar y estudiar en la creación son extremadamente eficientes, como ocurre por ejemplo con el funcionamiento de una célula humana: esta diminuta estructura, tan compleja que la ciencia no ha logrado aún descifrar su funcionamiento completo, aprovecha hasta un 40% de la energía que recibe y realiza la increíble cantidad de seis BILLONES de reacciones bioquímicas por segundo, mientras que ninguna máquina creada por el hombre ha logrado pasar del 10% en el aprovechamiento de la energía que se le da para su funcionamiento; el resto se pierde, generalmente en forma de calor irradiado.
Y si la Naturaleza es eficiente por sí misma, significa que esta condición debería ser también parte de la conducta del hombre en todas sus actividades para estar en armonía con las Leyes Cósmicas. Esto explica el por qué en los países altamente industrializados los niveles de vida y de consciencia moral de sus poblaciones son mucho más altos en comparación con lo observado en los países poco desarrollados, en donde la pobreza afecta a una gran parte de sus poblaciones.
Este último punto será tema de una amplia y futura discusión en este blog.
Hasta nuestro próximo encuentro. Un abrazo para todos.
Efraín
Hoy terminaré este ciclo de definiciones de valores. Más adelante continuaré dando otras definiciones de otros temas que son igualmente importantes para nuestro crecimiento personal. El siguiente es el tema de hoy:
EFICIENCIA
De acuerdo con lo dicho en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", este valor consiste en hacer una labor en el menor tiempo posible, con la mayor calidad y con el menor costo.
Esta definición es diferente a la usualmente señalada por los directivos empresariales, quienes hacen una diferenciación entre eficiencia y eficacia, definiendo la primera como el buen uso de los recursos disponibles y la segunda como el hecho de alcanzar las metas u objetivos propuestos.
Como valor moral que es, la eficiencia tiene una notable incidencia en la vida del hombre, porque quien la posee indefectiblemente tiene asegurado en un alto porcentaje su camino hacia la prosperidad, el éxito y la felicidad, mientras que quien no posee este valor está condenado a vivir una vida mediocre, sumergido en la pobreza y la infelicidad.
De lo anterior podemos concluir algo notable: la eficiencia incide en la vida del hombre tanto en su esfera espiritual como en su vida material y, aunque el hombre la puede adoptar como valor moral, en realidad la eficiencia está mucho más allá de ser un valor para ser realmente un Principio Universal, o sea un instrumento usado por la Divina Mente Cósmica para el proceso de creación y mantenimiento armónico del Universo. Esto es fácil comprobarlo porque todos los procesos universales que podemos observar y estudiar en la creación son extremadamente eficientes, como ocurre por ejemplo con el funcionamiento de una célula humana: esta diminuta estructura, tan compleja que la ciencia no ha logrado aún descifrar su funcionamiento completo, aprovecha hasta un 40% de la energía que recibe y realiza la increíble cantidad de seis BILLONES de reacciones bioquímicas por segundo, mientras que ninguna máquina creada por el hombre ha logrado pasar del 10% en el aprovechamiento de la energía que se le da para su funcionamiento; el resto se pierde, generalmente en forma de calor irradiado.
Y si la Naturaleza es eficiente por sí misma, significa que esta condición debería ser también parte de la conducta del hombre en todas sus actividades para estar en armonía con las Leyes Cósmicas. Esto explica el por qué en los países altamente industrializados los niveles de vida y de consciencia moral de sus poblaciones son mucho más altos en comparación con lo observado en los países poco desarrollados, en donde la pobreza afecta a una gran parte de sus poblaciones.
Este último punto será tema de una amplia y futura discusión en este blog.
Hasta nuestro próximo encuentro. Un abrazo para todos.
Efraín
domingo, 3 de octubre de 2010
Definición de Valores (7)
Hola, amigos:
Continuaré hoy con los siguientes valores, según las definiciones dadas en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia":
SOLIDARIDAD
Consiste en dar algo a otros sin esperar nada a cambio. Este es uno de los valores morales que más elevan la condición espiritual del hombre, sobre todo cuando se practica en forma realmente desinteresada y, sobre todo, cuando lo que se da puede ser algo que sea muy necesario para quien lo entrega.
La solidaridad es lo que moviliza a una gran población a acudir en masa para auxiliar a las víctimas de algún gran desastre. En ese momento quien acude a ayudar no piensa en sí mismo sino en el sufrimiento y las necesidades de los otros, por lo cual su acción lo acerca a la Divinidad, generalmente sin que él lo sepa, pero esta armonía con la Divinidad es lo que le hace sentir una gran paz y satisfacción interior que él mismo no puede explicar.
Este gran valor moral es también el que impulsa a muchos magnates y multimillonarios a destinar regularmente una parte de sus fortunas para obras de caridad ayudando a otros menos afortunados a tener una mejor calidad de vida. Ejemplo de esto son Bill Gates, Warren Buffet, las familias Rockefeller y Roosevelt, entre muchos otros que gustan hacer sus acciones caritativas en el más completo anonimato.
Pero no se requiere ser multimillonario para practicar este gran valor espiritual. Todos podemos ser solidarios dándole una mano a cualquier persona ayudándole a salir de algún apuro como encontrar una dirección, orientándola a hacer correctamente algún trámite, dándole un buen consejo solo si ella nos lo pide por nuestros conocimientos o experiencia o apoyando con una pequeña cuota mensual a alguna fundación de las muchas que se dedican al cuidado y educación de niños pobres.
En otras palabras, no debemos esperar a que ocurra algún gran desastre natural para mostrar nuestra solidadridad sino que, entre tanto, es mucho lo que podemos hacer por mejorar las condiciones de muchos otros hermanos menos afortunados que nosotros.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
Continuaré hoy con los siguientes valores, según las definiciones dadas en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia":
SOLIDARIDAD
Consiste en dar algo a otros sin esperar nada a cambio. Este es uno de los valores morales que más elevan la condición espiritual del hombre, sobre todo cuando se practica en forma realmente desinteresada y, sobre todo, cuando lo que se da puede ser algo que sea muy necesario para quien lo entrega.
La solidaridad es lo que moviliza a una gran población a acudir en masa para auxiliar a las víctimas de algún gran desastre. En ese momento quien acude a ayudar no piensa en sí mismo sino en el sufrimiento y las necesidades de los otros, por lo cual su acción lo acerca a la Divinidad, generalmente sin que él lo sepa, pero esta armonía con la Divinidad es lo que le hace sentir una gran paz y satisfacción interior que él mismo no puede explicar.
Este gran valor moral es también el que impulsa a muchos magnates y multimillonarios a destinar regularmente una parte de sus fortunas para obras de caridad ayudando a otros menos afortunados a tener una mejor calidad de vida. Ejemplo de esto son Bill Gates, Warren Buffet, las familias Rockefeller y Roosevelt, entre muchos otros que gustan hacer sus acciones caritativas en el más completo anonimato.
Pero no se requiere ser multimillonario para practicar este gran valor espiritual. Todos podemos ser solidarios dándole una mano a cualquier persona ayudándole a salir de algún apuro como encontrar una dirección, orientándola a hacer correctamente algún trámite, dándole un buen consejo solo si ella nos lo pide por nuestros conocimientos o experiencia o apoyando con una pequeña cuota mensual a alguna fundación de las muchas que se dedican al cuidado y educación de niños pobres.
En otras palabras, no debemos esperar a que ocurra algún gran desastre natural para mostrar nuestra solidadridad sino que, entre tanto, es mucho lo que podemos hacer por mejorar las condiciones de muchos otros hermanos menos afortunados que nosotros.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
martes, 21 de septiembre de 2010
Definición de Valores (6)
Hola, amigos:
Hoy continuaré con otra importante definición tomada de mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", con algunos comentarios adicionales.
RESPONSABILIDAD
Es la capacidad y disposición para cumplir con nuestros deberes y no eludir las consecuencias de nuestras acciones.
De esta definición se infiere el gran peso que este valor moral tiene para el desarrollo personal y para la evolución tanto de la familia como de la sociedad, porque no hace falta ser un experto para ver que este valor está ausente en una gran parte de nuestra población. Si miramos al trabajador promedio, veremos que raramente él está dispuesto a asumir su responsabilidad por sus errores en el trabajo, ya que su reacción habitual es decir:
- Yo no tuve la culpa.
- Así se ha hecho esto siempre.
- No me dijeron que esto no se podía hacer, etc., etc.
Y es este mismo trabajador quien se convierte en un experto de la excusitis para justificar sus llegadas tardes al trabajo de forma continua, porque la causa de su retraso es siempre "el trancón " en el tráfico, la enfermedad de la abuelita, la demora en abrir la guardería para su hijo, la lluvia, el sol, el cambio de luna, etc; cualquier cosa fuera de su control es, según él, la causante de su incumplimiento pero nunca, jamás, el hecho de haberse levantado tarde.
Y como esta condición no es exclusiva del ámbito laboral, esta también incide por supuesto muy negativamente en cualquier familia en donde alguno de los esposos carezca de la responsabilidad que debería tener para contribuir a la educación de los hijos y al bienestar de la familia. Y es precisamente esta condición, tan extendida en la actualidad, la que ha causado el gran desbarajuste familiar y social por la errónea educación de los niños en las últimas décadas.
Y por ser este es un tema que despierta muchas ampollas entre las mujeres, pero especialmente entre las feministas, casi nadie lo menciona como uno de los grandes causantes de los graves problemas familiares y sociales de la actualidad, pero es necesario decirlo: cuando la mujer decidió salir de su casa para "conquistar su espacio" compitiendo en el mundo laboral con el hombre, lo hizo porque no midió las consecuencias de su decisión debido a que olvidó que la naturaleza le asignó la enorme responsabilidad de ser la columna vertebral de la familia y realizar la educación primaria de sus hijos, principalmente en el campo de los valores a través de su ejemplo de vida. Y esta educación se daba de manera natural cuando mamá estaba en casa, pendiente de sus hijos, recibiéndolos con un beso , un abrazo y con un vaso de leche y unas galletas tan pronto llegaban del colegio, acompañándolos, dándoles mucho afecto, vigilando sus amistades y evitando para ellos "las malas compañías" por lo cual en esas épocas no exitían las pandillas juveniles ni la delincuencia entre los niños y adolescentes aunque, vale la pena aclararlo, tampoco existían la marihuana ni las demás drogas ilícitas.
Hoy día, como sabemos, la situación es muy distinta. Con la reducción de la jornada escolar a solo medio día y con una mamá que trabaja arduamente fuera de casa hasta la noche, el niño llega a su casa y si acaso es recibido por una empleada doméstica cuya cultura, costumbres y fibra moral los padres casi nunca conocen. En otros casos al niño no lo espera nadie en casa y por lo tanto sus únicas compañías durante la mitad del día son el Nintendo, los videojuegos, la televisión y sus amigos quienes, sin saberlo, suplen con su compañía la falta de afecto que no han recibido de sus padres.
Y para completar este cuadro, la madre generalmente arrastra un gran sentimiento de culpa porque siente que en alguna forma tiene bastante abandonados a sus hijos para poder cumplir con su trabajo por lo cual, para compensar, los llena de juguetes caros, ropas de marca y evita educarlos en forma correcta imponiéndoles los límites y la disciplina necesaria para evitar que ellos se desvien de la rectitud adoptando conductas censurables.
Y para rematar este panorama, desde hace unos veinte años la ONU, el ICBF, el Estado, los maestros y cuando pseudo experto en educación infantil hay se han dedicado a inculcarles a los niños, desde el kinder, que "ellos tienen DERECHOS", que la ley los protege contra los adultos y que, incluso, ellos pueden acudir ante los jueces a poner acciones de tutela para "reclamar sus derechos".
En consecuencia, desde los tres años de edad los padres ya no pueden corregir a sus hijos sin que estos, en forma altanera les increpen: "Es que yo tengo mis derechos". Y esta respuesta se la repiten a diario a cualquiera de sus profesores que les corrigen algun error en sus estudios.
Esto no es nada extraño, en realidad, debido a que ni la ONU, ni el Estado, ni el Ministerio de Educación ni ningún "experto" en educación ha pensado jamás en la posibilidad de que los niños puedan tener deberes que cumplir. Ni en Colombia ni en muchos otros países a los niños se les enseña hoy día que ellos tienen DEBERES que no son negociables como estudiar, respetar y obedecer a sus padres, a sus maestros y a las personas mayores, respetar y convivir armoniosamente con sus compañeros de estudio y con otros niños, respetar y obedecer a las autoridades, practicar la tolerancia y cumplir las leyes de su país para crecer siendo un buen ciudadano.
La falta de este equilibrio entre derechos y deberes para los niños ha producido el fenómeno de los niños tiranos, la aparición de las pandillas y la delincuencia juvenil. Sin duda este es un tema para reflexionar profundamente si queremos contruir un mejor país para todos.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
Hoy continuaré con otra importante definición tomada de mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", con algunos comentarios adicionales.
RESPONSABILIDAD
Es la capacidad y disposición para cumplir con nuestros deberes y no eludir las consecuencias de nuestras acciones.
De esta definición se infiere el gran peso que este valor moral tiene para el desarrollo personal y para la evolución tanto de la familia como de la sociedad, porque no hace falta ser un experto para ver que este valor está ausente en una gran parte de nuestra población. Si miramos al trabajador promedio, veremos que raramente él está dispuesto a asumir su responsabilidad por sus errores en el trabajo, ya que su reacción habitual es decir:
- Yo no tuve la culpa.
- Así se ha hecho esto siempre.
- No me dijeron que esto no se podía hacer, etc., etc.
Y es este mismo trabajador quien se convierte en un experto de la excusitis para justificar sus llegadas tardes al trabajo de forma continua, porque la causa de su retraso es siempre "el trancón " en el tráfico, la enfermedad de la abuelita, la demora en abrir la guardería para su hijo, la lluvia, el sol, el cambio de luna, etc; cualquier cosa fuera de su control es, según él, la causante de su incumplimiento pero nunca, jamás, el hecho de haberse levantado tarde.
Y como esta condición no es exclusiva del ámbito laboral, esta también incide por supuesto muy negativamente en cualquier familia en donde alguno de los esposos carezca de la responsabilidad que debería tener para contribuir a la educación de los hijos y al bienestar de la familia. Y es precisamente esta condición, tan extendida en la actualidad, la que ha causado el gran desbarajuste familiar y social por la errónea educación de los niños en las últimas décadas.
Y por ser este es un tema que despierta muchas ampollas entre las mujeres, pero especialmente entre las feministas, casi nadie lo menciona como uno de los grandes causantes de los graves problemas familiares y sociales de la actualidad, pero es necesario decirlo: cuando la mujer decidió salir de su casa para "conquistar su espacio" compitiendo en el mundo laboral con el hombre, lo hizo porque no midió las consecuencias de su decisión debido a que olvidó que la naturaleza le asignó la enorme responsabilidad de ser la columna vertebral de la familia y realizar la educación primaria de sus hijos, principalmente en el campo de los valores a través de su ejemplo de vida. Y esta educación se daba de manera natural cuando mamá estaba en casa, pendiente de sus hijos, recibiéndolos con un beso , un abrazo y con un vaso de leche y unas galletas tan pronto llegaban del colegio, acompañándolos, dándoles mucho afecto, vigilando sus amistades y evitando para ellos "las malas compañías" por lo cual en esas épocas no exitían las pandillas juveniles ni la delincuencia entre los niños y adolescentes aunque, vale la pena aclararlo, tampoco existían la marihuana ni las demás drogas ilícitas.
Hoy día, como sabemos, la situación es muy distinta. Con la reducción de la jornada escolar a solo medio día y con una mamá que trabaja arduamente fuera de casa hasta la noche, el niño llega a su casa y si acaso es recibido por una empleada doméstica cuya cultura, costumbres y fibra moral los padres casi nunca conocen. En otros casos al niño no lo espera nadie en casa y por lo tanto sus únicas compañías durante la mitad del día son el Nintendo, los videojuegos, la televisión y sus amigos quienes, sin saberlo, suplen con su compañía la falta de afecto que no han recibido de sus padres.
Y para completar este cuadro, la madre generalmente arrastra un gran sentimiento de culpa porque siente que en alguna forma tiene bastante abandonados a sus hijos para poder cumplir con su trabajo por lo cual, para compensar, los llena de juguetes caros, ropas de marca y evita educarlos en forma correcta imponiéndoles los límites y la disciplina necesaria para evitar que ellos se desvien de la rectitud adoptando conductas censurables.
Y para rematar este panorama, desde hace unos veinte años la ONU, el ICBF, el Estado, los maestros y cuando pseudo experto en educación infantil hay se han dedicado a inculcarles a los niños, desde el kinder, que "ellos tienen DERECHOS", que la ley los protege contra los adultos y que, incluso, ellos pueden acudir ante los jueces a poner acciones de tutela para "reclamar sus derechos".
En consecuencia, desde los tres años de edad los padres ya no pueden corregir a sus hijos sin que estos, en forma altanera les increpen: "Es que yo tengo mis derechos". Y esta respuesta se la repiten a diario a cualquiera de sus profesores que les corrigen algun error en sus estudios.
Esto no es nada extraño, en realidad, debido a que ni la ONU, ni el Estado, ni el Ministerio de Educación ni ningún "experto" en educación ha pensado jamás en la posibilidad de que los niños puedan tener deberes que cumplir. Ni en Colombia ni en muchos otros países a los niños se les enseña hoy día que ellos tienen DEBERES que no son negociables como estudiar, respetar y obedecer a sus padres, a sus maestros y a las personas mayores, respetar y convivir armoniosamente con sus compañeros de estudio y con otros niños, respetar y obedecer a las autoridades, practicar la tolerancia y cumplir las leyes de su país para crecer siendo un buen ciudadano.
La falta de este equilibrio entre derechos y deberes para los niños ha producido el fenómeno de los niños tiranos, la aparición de las pandillas y la delincuencia juvenil. Sin duda este es un tema para reflexionar profundamente si queremos contruir un mejor país para todos.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
jueves, 9 de septiembre de 2010
Definición de Valores (5)
Hola amigos:
Hoy me referiré a dos importantes valores morales, cuyas definiciones las he tomado de mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", adicionándoles algunos comentarios.
TRANSPARENCIA
Es no tener motivos para avergonzarnos de nuestra conducta. Coloquialmente: "No tener rabo de paja".
Tener este valor moral significa haber alcanzado un alto nivel de desarrollo personal y esto es algo de lo cual muy pocas personas pueden ufanarse. De hecho, quienes lo han logrado nunca se vanaglorian de ello, porque un alto desarrollo espiritual implica también haber derrotado el orgullo, tener muy controlado el ego y haber conquistado la humildad en su verdadero sentido y significado.
Y tener este alto valor moral también beneficia a quien lo ha alcanzado dándole una extraordinaria paz interior, porque esta persona no le teme absolutamente a ninguna investigación que alguna autoridad pudiera adelantar contra ella, así como tampoco a las murmuraciones, chismes e intentos de desprestigiarla, porque la pulcritud de su conducta es tan manifiesta que todos sus amigos y conocidos terminan admirándola.
RESPETO
Es permitir que otras personas ejerzan sus derechos y que tomen libremente sus propias decisiones. Esto implica no invadir la vida privada de ninguna persona, sin su permiso.
La falta de este valor moral es una de las grandes causas de discordia entre muchas personas, incluyendo entre los miembros de una misma familia, y se ve en múltiples circunstancias como por ejemplo:
1- Los padres que obligan a sus hijos a estudiar las profesiones que ellos no pudieron realizar, están careciendo de este gran valor porque no tienen en cuenta los deseos ni las inclinaciones profesionales de sus hijos.
2- El hombre que trata de conquistar a la pareja de alguno de sus amigos no solamente carece de este valor moral, sino que también es un hipócrita, un deshonesto y un desleal.
3- La persona que se entromete en la vida privada de sus amigos y no amigos, impulsada por el malsano deseo de divulgar sus intimidades y armar chismes, es quizá la más irrespetuosa de todas.
4- Los patronos que acosan sexualmente a sus empleadas van en contravía con este valor moral, porque no están permitiendo que ellas elijan libremente a sus parejas ni que ejerzan libremente su sexualidad.
5- Los niños y jóvenes que no obedecen ni siquiera a sus padres y mucho menos a sus profesores, a quienes incluso llegan a insultarlos y maltratarlos, no tienen ni la más mínima noción de lo que este valor moral significa.
6- Los delincuentes de cualquier clase tampoco conocen este valor moral, porque con sus actuaciones están evitando que los ciudadanos afectados por sus delitos disfruten de muchos de sus derechos, como son el derecho a la propiedad privada, a la vida, a la integridad personal, al ejercicio de su sexualidad, etc.
Y si quisiéramos seguir con este análisis este artículo se haría muy extenso.
La definición dada para este valor es frecuentemente malinterpretada cuando se lee de manera superficial. Por eso en los talleres sobre este tema es frecuente que algún participante pregunte:
¿Entonces si una persona amenaza suicidarse lanzándose desde algún puente o edificio, hay que dejar que lo haga para respetar su propia decisión ?
La respuesta es por supuesto negativa, porque si una persona llega a esa condición es porque está afectada por una depresión severa y, por lo tanto, no está mentalmente en condiciones normales para tomar LIBREMENTE una decisión que implica su propia muerte.
Y algunos otros participantes van más allá en su crítica a esta definición, diciendo que no se debería interferir con ningún intento suicida para evitarlo, porque al hacerlo se le está violando a esa persona el derecho que tiene a disponer de su propia vida.
Por increible que parezca hay personas que piensan de esta manera porque soy víctimas de un orgullo extremo y pretenden tener una independencia absoluta, sin ninguna dependencia religiosa ni de ninguna otra clase. Ellos afirman, una y otra vez, que "mi vida es mi vida y nadie tiene derecho a meterse en ella".
A estas personas solamente hay una forma de responderles y es haciéndoles la siguiente pregunta:
- Si usted cree que su vida es exclusivamente suya, dígame: ¿dónde la compró y cuánto pagó por ella?
Reciban mi cordial saludo y hasta nuestro próximo encuentro.
Efraín
Hoy me referiré a dos importantes valores morales, cuyas definiciones las he tomado de mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", adicionándoles algunos comentarios.
TRANSPARENCIA
Es no tener motivos para avergonzarnos de nuestra conducta. Coloquialmente: "No tener rabo de paja".
Tener este valor moral significa haber alcanzado un alto nivel de desarrollo personal y esto es algo de lo cual muy pocas personas pueden ufanarse. De hecho, quienes lo han logrado nunca se vanaglorian de ello, porque un alto desarrollo espiritual implica también haber derrotado el orgullo, tener muy controlado el ego y haber conquistado la humildad en su verdadero sentido y significado.
Y tener este alto valor moral también beneficia a quien lo ha alcanzado dándole una extraordinaria paz interior, porque esta persona no le teme absolutamente a ninguna investigación que alguna autoridad pudiera adelantar contra ella, así como tampoco a las murmuraciones, chismes e intentos de desprestigiarla, porque la pulcritud de su conducta es tan manifiesta que todos sus amigos y conocidos terminan admirándola.
RESPETO
Es permitir que otras personas ejerzan sus derechos y que tomen libremente sus propias decisiones. Esto implica no invadir la vida privada de ninguna persona, sin su permiso.
La falta de este valor moral es una de las grandes causas de discordia entre muchas personas, incluyendo entre los miembros de una misma familia, y se ve en múltiples circunstancias como por ejemplo:
1- Los padres que obligan a sus hijos a estudiar las profesiones que ellos no pudieron realizar, están careciendo de este gran valor porque no tienen en cuenta los deseos ni las inclinaciones profesionales de sus hijos.
2- El hombre que trata de conquistar a la pareja de alguno de sus amigos no solamente carece de este valor moral, sino que también es un hipócrita, un deshonesto y un desleal.
3- La persona que se entromete en la vida privada de sus amigos y no amigos, impulsada por el malsano deseo de divulgar sus intimidades y armar chismes, es quizá la más irrespetuosa de todas.
4- Los patronos que acosan sexualmente a sus empleadas van en contravía con este valor moral, porque no están permitiendo que ellas elijan libremente a sus parejas ni que ejerzan libremente su sexualidad.
5- Los niños y jóvenes que no obedecen ni siquiera a sus padres y mucho menos a sus profesores, a quienes incluso llegan a insultarlos y maltratarlos, no tienen ni la más mínima noción de lo que este valor moral significa.
6- Los delincuentes de cualquier clase tampoco conocen este valor moral, porque con sus actuaciones están evitando que los ciudadanos afectados por sus delitos disfruten de muchos de sus derechos, como son el derecho a la propiedad privada, a la vida, a la integridad personal, al ejercicio de su sexualidad, etc.
Y si quisiéramos seguir con este análisis este artículo se haría muy extenso.
La definición dada para este valor es frecuentemente malinterpretada cuando se lee de manera superficial. Por eso en los talleres sobre este tema es frecuente que algún participante pregunte:
¿Entonces si una persona amenaza suicidarse lanzándose desde algún puente o edificio, hay que dejar que lo haga para respetar su propia decisión ?
La respuesta es por supuesto negativa, porque si una persona llega a esa condición es porque está afectada por una depresión severa y, por lo tanto, no está mentalmente en condiciones normales para tomar LIBREMENTE una decisión que implica su propia muerte.
Y algunos otros participantes van más allá en su crítica a esta definición, diciendo que no se debería interferir con ningún intento suicida para evitarlo, porque al hacerlo se le está violando a esa persona el derecho que tiene a disponer de su propia vida.
Por increible que parezca hay personas que piensan de esta manera porque soy víctimas de un orgullo extremo y pretenden tener una independencia absoluta, sin ninguna dependencia religiosa ni de ninguna otra clase. Ellos afirman, una y otra vez, que "mi vida es mi vida y nadie tiene derecho a meterse en ella".
A estas personas solamente hay una forma de responderles y es haciéndoles la siguiente pregunta:
- Si usted cree que su vida es exclusivamente suya, dígame: ¿dónde la compró y cuánto pagó por ella?
Reciban mi cordial saludo y hasta nuestro próximo encuentro.
Efraín
martes, 31 de agosto de 2010
Definición de Valores (4)
Hola, amigos:
Continuaré hoy con otra definición, según como está consignada en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", añadiendo algunos comentarios.
HONESTIDAD: Honradez. No quitarle nada a nadie.
Este es uno de los valores morales más aporreados en la vida diaria por multitud de personas que desconocen su significado real, ya que lo confunden con la sinceridad. Y esto es lamentable porque son precisamente los medios de comunicación, a través del cine y la televisión, los que más influyen para que esta distorsión de su significado se propague en las poblaciones de muchos países.
Si ustedes son observadores cuidadosos, habrán notado que una frase usual en las películas de Hollywood es:
"Tengo algo que confesarte algo; en realidad no he sido completamente honesto contigo".
Y el personaje que dice este parlamento explica a continuación a su pareja que deliberadamente le ha ocultado algún hecho grave de su vida, como ser casado (o casada), por ejemplo.
Si los libretistas de estas películas conocieran estas definiciones y quisieran ser reales, tendrían que cambiar la frase anterior por la siguiente:
"Tengo que confesarte algo; he sido un hipócrita contigo, porque te he engañado deliberadamente".
Obviamente esta última frase sonaría horrible en boca de cualquier actor (o actriz), por lo cual su imagen ante el espectador quedaría muy deteriorada. Quizá por eso los libretistas van aún más allá y han querido hacernos creer que la "Honestidad" (léase sinceridad) se puede parcelar, o partir en pedacitos, y que , según ellos, podemos tener algo de "honestidad" y , al mismo tiempo, ser algo deshonestos. Esto es lo que dan a entender las palabras "completamente honesto" del citado parlamento.
Como vimos en un artículo anterior, los valores morales son de las pocas cosas que son absolutas, o sea que se tienen o no se tienen, porque una persona que realmente sea sincera no puede pretender que lo es si, aunque sea eventualmente, se está comportando de manera hipócrita. Las personas que actúan de este modo simplemente no han logrado adoptar la sinceridad como uno de sus valores.
Y nuestra definición dice también que honestidad es no quitarle nada a nadie. Y aquí la palabra "nada" se refiere absolutamente a todo cuanto pertenezca a otra persona, no solamente dinero o bienes materiales de alguna clase. Y como uno de los bienes intangibles más preciados que puede tener alguien es su prestigio personal y su buen nombre, así como la armonía y felicidad de su familia, resulta que las personas chismosas, quienes tienen como actividad permanente atacar en estas áreas de sus vidas a sus vecinos, amigos o enemigos o, incluso, a cualquier persona desconocida, empresa o institución, resultan ser los seres más deshonestos y despreciables que podamos encontrar en cualquier parte. Estas personas vienen a ser, en realidad la hez de la humanidad, ya que al estudiar su estructura moral se pueden identificar en ellas como mínimo 46 defectos de caracter,siendo la hipocresía y la deshonestidad los primeros que encabezan la lista.
Este análisis está consignado en mi libro "La Psicología del Chismoso", el cual será puesto en internet en los próximos meses, para beneficio de toda la humanidad.
Hasta nuestro próximo encuentro y un abrazo para todos.
Efraín
Continuaré hoy con otra definición, según como está consignada en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", añadiendo algunos comentarios.
HONESTIDAD: Honradez. No quitarle nada a nadie.
Este es uno de los valores morales más aporreados en la vida diaria por multitud de personas que desconocen su significado real, ya que lo confunden con la sinceridad. Y esto es lamentable porque son precisamente los medios de comunicación, a través del cine y la televisión, los que más influyen para que esta distorsión de su significado se propague en las poblaciones de muchos países.
Si ustedes son observadores cuidadosos, habrán notado que una frase usual en las películas de Hollywood es:
"Tengo algo que confesarte algo; en realidad no he sido completamente honesto contigo".
Y el personaje que dice este parlamento explica a continuación a su pareja que deliberadamente le ha ocultado algún hecho grave de su vida, como ser casado (o casada), por ejemplo.
Si los libretistas de estas películas conocieran estas definiciones y quisieran ser reales, tendrían que cambiar la frase anterior por la siguiente:
"Tengo que confesarte algo; he sido un hipócrita contigo, porque te he engañado deliberadamente".
Obviamente esta última frase sonaría horrible en boca de cualquier actor (o actriz), por lo cual su imagen ante el espectador quedaría muy deteriorada. Quizá por eso los libretistas van aún más allá y han querido hacernos creer que la "Honestidad" (léase sinceridad) se puede parcelar, o partir en pedacitos, y que , según ellos, podemos tener algo de "honestidad" y , al mismo tiempo, ser algo deshonestos. Esto es lo que dan a entender las palabras "completamente honesto" del citado parlamento.
Como vimos en un artículo anterior, los valores morales son de las pocas cosas que son absolutas, o sea que se tienen o no se tienen, porque una persona que realmente sea sincera no puede pretender que lo es si, aunque sea eventualmente, se está comportando de manera hipócrita. Las personas que actúan de este modo simplemente no han logrado adoptar la sinceridad como uno de sus valores.
Y nuestra definición dice también que honestidad es no quitarle nada a nadie. Y aquí la palabra "nada" se refiere absolutamente a todo cuanto pertenezca a otra persona, no solamente dinero o bienes materiales de alguna clase. Y como uno de los bienes intangibles más preciados que puede tener alguien es su prestigio personal y su buen nombre, así como la armonía y felicidad de su familia, resulta que las personas chismosas, quienes tienen como actividad permanente atacar en estas áreas de sus vidas a sus vecinos, amigos o enemigos o, incluso, a cualquier persona desconocida, empresa o institución, resultan ser los seres más deshonestos y despreciables que podamos encontrar en cualquier parte. Estas personas vienen a ser, en realidad la hez de la humanidad, ya que al estudiar su estructura moral se pueden identificar en ellas como mínimo 46 defectos de caracter,siendo la hipocresía y la deshonestidad los primeros que encabezan la lista.
Este análisis está consignado en mi libro "La Psicología del Chismoso", el cual será puesto en internet en los próximos meses, para beneficio de toda la humanidad.
Hasta nuestro próximo encuentro y un abrazo para todos.
Efraín
lunes, 23 de agosto de 2010
Definición de Valores (3)
Hola, amigos:
La siguiente es otra definición tomada del libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia":
LEALTAD: Fidelidad y respeto a un compromiso adquirido.
Hay muchas maneras como se manifiesta la deslealtad en la vida diaria; la más común es la infidelidad conyugal que, entre otras cosas, muchos hombres y mujeres no consideran como algo grave ni mucho menos como una falta de lealtad con su pareja, sino como algo intrascendente, "una aventurilla" o algo divertido y pasajero, olvidando olímpicamente que en el momento del matrimonio expresamente se comprometieron con su pareja a ser fieles con ella.
Además de lo anterior, estas personas consideran, erróneamente, que una cosa es ser infiel y otra muy diferente ser desleal; afirman (sobre todo los hombres) que ellos pueden ser infieles con sus parejas pero de ninguna manera desleales con ellas, arguyendo que la lealtad se aplica únicamente a la amistad, a los negocios o al trabajo pero no a la vida familiar. Eso, por supuesto, es tan equivocado como si nos dijeran que alguien puede ser ladrón sin ser al mismo tiempo un delincuente.
Lamentablemente estas actitudes denotan personalidades con un crecimiento espiritual cercano a cero, porque incluso muchas especies animales nos enseñan con sus comportamientos de pareja el valor de la lealtad. Además, viviendo como lo hacemos hoy en una época en donde las infecciones venéreas están a la orden del día, incluyendo al VIH, las cuales no hacen distinciones de ninguna clase entre las personas, resulta que la persona infiel está exponiendo a su pareja a contraer también alguna de estas enfermedades que le puede causar graves trastornos de salud e inclusive la muerte.
Otra forma de deslealtad muy frecuencte es la que se observa en el campo laboral. Desafortunadamente muchos empresarios tienen que lidiar con empleados que no tienen conciencia de este valor moral, por lo cual su deporte favorito es denigrar de su patrón o de la compañía que les brinda la oportunidad de trabajar y devengar un salario, generando muchas veces un mal ambiente laboral que le resta productividad a la empresa o que le puede crear una mala imagen corporativa que la priva de realizar muchos negocios.
Para esta clase de personas desleales con la compañía que las emplea, sus patronos son "unos explotadores" que se aprovechan de ellas para pagarles unos sueldos irrisorios. Pero resulta que en cualquier contrato de trabajo hay unas cláusulas de obligatorio cumplimiento tanto para el trabajador como para el empresario, entre las cuales está la obligatoriedad de pagar puntualmente el salario acordado y de trabajar una jornada laboral también acordada.
Y lo que no tienen en cuenta estos empleados desleales es que ellos exigen la totalidad del salario acordado, pero por su parte procuran evadir por todos los medios su obligación de trabajar un determinado número de horas. Para esto se valen de las más disímiles artimañas como son llegar justo a la hora de entrada para marcar su tarjeta a tiempo, pero de ahí a comenzar a trabajar hay mucho trecho, porque primero hay que llegar a su sitio de trabajo a acomodar sus pertenencias , luego hay que ir al baño, después pasar por la cafetería a tomar el primer café del día mientras se conversa con los demás compañeros sobre "los últimos chismes" o las novedades familiares de cada uno, incluidas sus vidas sentimentales, etc., y mientras tanto los sufridos clientes aguardan pacientes frente a las ventanillas para ser atendidos después de 15 o 20 minutos de espera injustificada.
Pero, eso sí, faltando quince minutos para la hora de salida todo el mundo suspende abruptamente sus labores y comienza una febril carrera hacia el baño para "arreglarse", tomar el último café del día, ponerse al corriente de "los últimos chismes" de la jornada y estar listos para salir en estampida al minuto exacto de la hora de salida.
Por lo anterior, una compañía sin una buena disciplina laboral pierde mensualmente un promedio de diez horas/hombre que, aún en una empresa pequeña de solo 50 empleados, viene a ser una pérdida total de 500 horas/hombre al mes, pérdida que constituye un fuerte golpe para la productividad y competitividad de cualquier negocio.
Aquí la deslealtad no está únicamente en el hecho de hablar mal de la empresa, sino también en no trabajar el horario completo acordado en el contrato de trabajo, con lo cual el trabajador no está respetando el compromiso laboral que adquirió al firmarlo.
En el próximo artículo continuaré con este interesante tema.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
La siguiente es otra definición tomada del libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia":
LEALTAD: Fidelidad y respeto a un compromiso adquirido.
Hay muchas maneras como se manifiesta la deslealtad en la vida diaria; la más común es la infidelidad conyugal que, entre otras cosas, muchos hombres y mujeres no consideran como algo grave ni mucho menos como una falta de lealtad con su pareja, sino como algo intrascendente, "una aventurilla" o algo divertido y pasajero, olvidando olímpicamente que en el momento del matrimonio expresamente se comprometieron con su pareja a ser fieles con ella.
Además de lo anterior, estas personas consideran, erróneamente, que una cosa es ser infiel y otra muy diferente ser desleal; afirman (sobre todo los hombres) que ellos pueden ser infieles con sus parejas pero de ninguna manera desleales con ellas, arguyendo que la lealtad se aplica únicamente a la amistad, a los negocios o al trabajo pero no a la vida familiar. Eso, por supuesto, es tan equivocado como si nos dijeran que alguien puede ser ladrón sin ser al mismo tiempo un delincuente.
Lamentablemente estas actitudes denotan personalidades con un crecimiento espiritual cercano a cero, porque incluso muchas especies animales nos enseñan con sus comportamientos de pareja el valor de la lealtad. Además, viviendo como lo hacemos hoy en una época en donde las infecciones venéreas están a la orden del día, incluyendo al VIH, las cuales no hacen distinciones de ninguna clase entre las personas, resulta que la persona infiel está exponiendo a su pareja a contraer también alguna de estas enfermedades que le puede causar graves trastornos de salud e inclusive la muerte.
Otra forma de deslealtad muy frecuencte es la que se observa en el campo laboral. Desafortunadamente muchos empresarios tienen que lidiar con empleados que no tienen conciencia de este valor moral, por lo cual su deporte favorito es denigrar de su patrón o de la compañía que les brinda la oportunidad de trabajar y devengar un salario, generando muchas veces un mal ambiente laboral que le resta productividad a la empresa o que le puede crear una mala imagen corporativa que la priva de realizar muchos negocios.
Para esta clase de personas desleales con la compañía que las emplea, sus patronos son "unos explotadores" que se aprovechan de ellas para pagarles unos sueldos irrisorios. Pero resulta que en cualquier contrato de trabajo hay unas cláusulas de obligatorio cumplimiento tanto para el trabajador como para el empresario, entre las cuales está la obligatoriedad de pagar puntualmente el salario acordado y de trabajar una jornada laboral también acordada.
Y lo que no tienen en cuenta estos empleados desleales es que ellos exigen la totalidad del salario acordado, pero por su parte procuran evadir por todos los medios su obligación de trabajar un determinado número de horas. Para esto se valen de las más disímiles artimañas como son llegar justo a la hora de entrada para marcar su tarjeta a tiempo, pero de ahí a comenzar a trabajar hay mucho trecho, porque primero hay que llegar a su sitio de trabajo a acomodar sus pertenencias , luego hay que ir al baño, después pasar por la cafetería a tomar el primer café del día mientras se conversa con los demás compañeros sobre "los últimos chismes" o las novedades familiares de cada uno, incluidas sus vidas sentimentales, etc., y mientras tanto los sufridos clientes aguardan pacientes frente a las ventanillas para ser atendidos después de 15 o 20 minutos de espera injustificada.
Pero, eso sí, faltando quince minutos para la hora de salida todo el mundo suspende abruptamente sus labores y comienza una febril carrera hacia el baño para "arreglarse", tomar el último café del día, ponerse al corriente de "los últimos chismes" de la jornada y estar listos para salir en estampida al minuto exacto de la hora de salida.
Por lo anterior, una compañía sin una buena disciplina laboral pierde mensualmente un promedio de diez horas/hombre que, aún en una empresa pequeña de solo 50 empleados, viene a ser una pérdida total de 500 horas/hombre al mes, pérdida que constituye un fuerte golpe para la productividad y competitividad de cualquier negocio.
Aquí la deslealtad no está únicamente en el hecho de hablar mal de la empresa, sino también en no trabajar el horario completo acordado en el contrato de trabajo, con lo cual el trabajador no está respetando el compromiso laboral que adquirió al firmarlo.
En el próximo artículo continuaré con este interesante tema.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
jueves, 12 de agosto de 2010
Definición de Valores (2)
Hola, amigos:
En al anterior artículo comenzamos a definir algunos valores morales y explicamos la sinceridad. Espero que ya tengan sus propias definiciones o las que hayan encontrado en algún diccionario sobre los demás valores propuestos y, a continuación, transcribo las definiciones de estos valores dadas en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" el cual, les recuerdo, es de distribución gratuita.
CONFIANZA
Es creer en la buena fe de otras personas, hasta cuando nos demuestren lo contrario.
Esto parece simple, pero en realidad no lo es tanto porque con la marcada inversión de valores que existe en la mayoría de las sociedades modernas no es posible, desafortunadamente, aplicar en nuestras vidas este valor moral en la misma forma como lo hacían nuestros abuelos (por lo menos en latinoamérica) para quienes la palabra empeñada tenía mayor valor que un cheque o cualquier otro documento.
Por lo tanto, para ser realistas, tenemos que asumir que la confianza es algo sí como una anciana muy sabia quien, para no caerse al caminar, usa dos bastones cuyos nombres son: INTELIGENCIA y SENTIDO COMÚN.
Tener el valor moral de la confianza no es, por lo tanto, creer ciegamente que cualquier persona es honesta sin aplicar un mínimo de inteligencia y sentido común para verificar esta presunción. Y para ilustrar este concepto con un ejemplo, pensemos en lo siguiente:
Si alguien estuviera en el dilema de tener que viajar urgentemente a otra ciudad para cumplir un compromiso ineludible pero, al mismo tiempo tuviera la obligación de entregar a un familiar cercano la suma de US$5.000 para una cirugía urgente de su padre, sin tener tiempo suficiente para ir él mismo a entregar ese dinero porque el último vuelo de ese día saldrá en una hora y tiene apenas el tiempo justo para llegar al aeropuerto, entonces, para resolver su problema se le ocurre pedirle a un señor habitante de la calle, pordiosero y drogadicto a simple vista, que le lleve ese dinero a la casa de su familia y que él le paga cincuenta dólares por el favor.
Si ustedes presenciaran esta situación en la vida real ¿qué pensarían sobre la conducta de este señor que es capaz de confiarle una alta suma de dinero a alguien desconocido, pordiosero y drogadicto?
Indudablemente ustedes pensarían que este señor es un grandísimo tonto, con muy poca inteligencia y sin ningún grado de sentido común... y por supuesto que estoy de acuerdo con ustedes.
Ahora bien, en honor a la verdad y a la justicia, no todo pordiosero es un ladrón y por lo tanto no deberíamos tener este concepto negativo sobre los desafortunados que viven en la calle, porque solo Dios sabe las terribles circunstancias que los pueden haber llevado a vivir en esas condiciones tan precarias.
Como conclusión, podemos afirmar que cuando la confianza no va acompañada de la inteligencia y el sentido común, muy fácilmente se puede convertir en estupidez.
RECTITUD
Es hacer únicamente lo que es moralmente correcto. Tener sentido de justicia.
Aquí es pertinente decir que los valores morales no son parcelables, divisibles o que se puedan aplicar en forma fragmentaria sino que, por el contrario, son absolutos. Esto significa que, por ejemplo, la rectitud se tiene o no se tiene, ya que es imposible que una persona actúe con un 60% de rectitud en su conducta moral y con un 40% de manera incorrecta en una misma acción.
TOLERANCIA
Es la capacidad para comprender que todos los seres humanos somos diferentes y a pesar de eso estar dispuestos a aceptar y respetar esas diferencias, para convivir en paz y armonía y tener cada uno derecho a ocupar un lugar en el mundo.
En forma breve, las tres palabras claves de esta definición son: comprender, aceptar y respetar las diferencias.
Desgraciadamenta la ausencia de este valor en algunas culturas ha dado origen a horrendos episodios históricos, como el holocausto con la muerte de seis millones judíos por parte de Hitler durante la segunda guerra mundial, así como las diferentes discriminaciones en otros países, siendo la más notoria la discriminación racial.
La tolerancia tiene también otro significado popular, por lo menos en latinoamérica, porque muchas personas le dan el significado de soportar o aguantar algún sufrimiento, condición anómala o abuso por parte de otra persona, como ocurre en la cultura machista en la cual el hombre abusa de su poder físico y autoridad para golpear y maltratar a su familia. Y es aquí, precisamente en esta cultura, donde se cree que es "una gran virtud" soportar los malos tratos de un hombre ignorante, inculto y muchas veces alcohólico, quien no duda en sumir a su propia familia en el sufrimiento y la infelicidad. En este último sentido, soportar estas condiciones no es tolerancia, sino una gran estupidez.
En el próximo artículo continuaremos con este interesante tema.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
En al anterior artículo comenzamos a definir algunos valores morales y explicamos la sinceridad. Espero que ya tengan sus propias definiciones o las que hayan encontrado en algún diccionario sobre los demás valores propuestos y, a continuación, transcribo las definiciones de estos valores dadas en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" el cual, les recuerdo, es de distribución gratuita.
CONFIANZA
Es creer en la buena fe de otras personas, hasta cuando nos demuestren lo contrario.
Esto parece simple, pero en realidad no lo es tanto porque con la marcada inversión de valores que existe en la mayoría de las sociedades modernas no es posible, desafortunadamente, aplicar en nuestras vidas este valor moral en la misma forma como lo hacían nuestros abuelos (por lo menos en latinoamérica) para quienes la palabra empeñada tenía mayor valor que un cheque o cualquier otro documento.
Por lo tanto, para ser realistas, tenemos que asumir que la confianza es algo sí como una anciana muy sabia quien, para no caerse al caminar, usa dos bastones cuyos nombres son: INTELIGENCIA y SENTIDO COMÚN.
Tener el valor moral de la confianza no es, por lo tanto, creer ciegamente que cualquier persona es honesta sin aplicar un mínimo de inteligencia y sentido común para verificar esta presunción. Y para ilustrar este concepto con un ejemplo, pensemos en lo siguiente:
Si alguien estuviera en el dilema de tener que viajar urgentemente a otra ciudad para cumplir un compromiso ineludible pero, al mismo tiempo tuviera la obligación de entregar a un familiar cercano la suma de US$5.000 para una cirugía urgente de su padre, sin tener tiempo suficiente para ir él mismo a entregar ese dinero porque el último vuelo de ese día saldrá en una hora y tiene apenas el tiempo justo para llegar al aeropuerto, entonces, para resolver su problema se le ocurre pedirle a un señor habitante de la calle, pordiosero y drogadicto a simple vista, que le lleve ese dinero a la casa de su familia y que él le paga cincuenta dólares por el favor.
Si ustedes presenciaran esta situación en la vida real ¿qué pensarían sobre la conducta de este señor que es capaz de confiarle una alta suma de dinero a alguien desconocido, pordiosero y drogadicto?
Indudablemente ustedes pensarían que este señor es un grandísimo tonto, con muy poca inteligencia y sin ningún grado de sentido común... y por supuesto que estoy de acuerdo con ustedes.
Ahora bien, en honor a la verdad y a la justicia, no todo pordiosero es un ladrón y por lo tanto no deberíamos tener este concepto negativo sobre los desafortunados que viven en la calle, porque solo Dios sabe las terribles circunstancias que los pueden haber llevado a vivir en esas condiciones tan precarias.
Como conclusión, podemos afirmar que cuando la confianza no va acompañada de la inteligencia y el sentido común, muy fácilmente se puede convertir en estupidez.
RECTITUD
Es hacer únicamente lo que es moralmente correcto. Tener sentido de justicia.
Aquí es pertinente decir que los valores morales no son parcelables, divisibles o que se puedan aplicar en forma fragmentaria sino que, por el contrario, son absolutos. Esto significa que, por ejemplo, la rectitud se tiene o no se tiene, ya que es imposible que una persona actúe con un 60% de rectitud en su conducta moral y con un 40% de manera incorrecta en una misma acción.
TOLERANCIA
Es la capacidad para comprender que todos los seres humanos somos diferentes y a pesar de eso estar dispuestos a aceptar y respetar esas diferencias, para convivir en paz y armonía y tener cada uno derecho a ocupar un lugar en el mundo.
En forma breve, las tres palabras claves de esta definición son: comprender, aceptar y respetar las diferencias.
Desgraciadamenta la ausencia de este valor en algunas culturas ha dado origen a horrendos episodios históricos, como el holocausto con la muerte de seis millones judíos por parte de Hitler durante la segunda guerra mundial, así como las diferentes discriminaciones en otros países, siendo la más notoria la discriminación racial.
La tolerancia tiene también otro significado popular, por lo menos en latinoamérica, porque muchas personas le dan el significado de soportar o aguantar algún sufrimiento, condición anómala o abuso por parte de otra persona, como ocurre en la cultura machista en la cual el hombre abusa de su poder físico y autoridad para golpear y maltratar a su familia. Y es aquí, precisamente en esta cultura, donde se cree que es "una gran virtud" soportar los malos tratos de un hombre ignorante, inculto y muchas veces alcohólico, quien no duda en sumir a su propia familia en el sufrimiento y la infelicidad. En este último sentido, soportar estas condiciones no es tolerancia, sino una gran estupidez.
En el próximo artículo continuaremos con este interesante tema.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
martes, 3 de agosto de 2010
Definición de Valores
Hola, amigos:
La mayoría de las personas tienen solo alguna idea muy vaga acerca de lo que son los valores morales. La gran mayoría confunden la honestidad con la sinceridad y sin embargo, todo el tiempo están hablando acerca de estos temas; que ya no hay valores, que en la sociedad hay una "inversión de valores", etc., pero cuando se les pide que den alguna definición acerca de ellos entonces dudan, balbucean cualquier cosa... o guardan silencio porque no saben qué decir.
Con el siguiente ejemplo podremos ver mejor esta situación:
Cuando en mis talleres sobre Ética y Valores pregunto al auditorio:
-Qué entienden ustedes por sinceridad?
La mayoría de las personas responden casi automáticamente:
- No mentir.
- ¿Será cierto? - pregunto de nuevo -. Y muchos afirman que sí.
Entonces me gusta relatarles la siguiente anécdota. Durante el tratamiento a una paciente alcohólica, en Bogotá, una mujer muy hermosa de unos 32 años, le hablé de la importancia de la sinceridad en su relación de pareja.
- Ah no, doctor- me interrumpió ella muy bruscamente-. Yo sí soy muy sincera. De hecho no puede haber una mujer más sincera que yo. Figúrese que cada vez que le pongo los cachos a mi esposo (en Colombia se le dice así a la infidelidad conyugal), más o menos dos veces a la semana, yo misma voy y se lo cuento inmediatamente y le pido que me perdone... y él me perdona. ¿No cree que soy una mujer muy sincera?
- Muy cínica- pensé para mí mismo, pero obviamente no se lo dije.
Con esta anécdota mi auditorio queda mudo. Y para hacerlos reflexionar les pregunto:
-¿Siguen creyendo que la sinceridad es no mentir?
Porque lo que es evidente con esta anécdota, es que esta paciente le está diciendo la verdad a su esposo... pero, ¿está siendo sincera con él?
Esta situación es típica, debido a que a fuerza de ver y oír muchas palabras creemos erróneamente que conocemos su significado, lo cual no siempre resulta ser cierto.
La palabra sinceridad parece provenir de la Antigua Grecia donde la escultura era un arte muy desarrollado; pero como no siempre los bloques de mármol eran perfectos, para disimular sus fisuras o demás imperfecciones los escultores las taponaban con cera derretida, la cual al solidificarse era pulida. Así, para obtener un mayor valor por sus obras perfectas, sin imperfecciones, los escultores las promocionaban como "obras sin cera" o, en otras palabras, les estaban asegurando a sus clientes que ellos no los estaban engañando con esculturas imperfectas.
Por lo tanto, la definición correcta de sinceridad es no engañar a nadie. Y eso incluye no engañarnos a nosotros mismos.
Para mayor beneficio de ustedes,les propongo que confronten sus propias definiciones de los valores que cito a continuación, con las que puedan encontrar después en un buen diccionario.
En mi próximo artículo citaré las mismas definiciones que incluyo en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia". Estos valores son:
CONFIANZA.
RECTITUD.
TOLERANCIA.
LEALTAD.
HONESTIDAD.
TRANSPARENCIA.
RESPETO.
RESPONSABILIDAD.
SOLIDARIDAD.
EFICIENCIA.
Hasta nuestro próximo encuentro, con un cordial abrazo para todos.
Efraín
La mayoría de las personas tienen solo alguna idea muy vaga acerca de lo que son los valores morales. La gran mayoría confunden la honestidad con la sinceridad y sin embargo, todo el tiempo están hablando acerca de estos temas; que ya no hay valores, que en la sociedad hay una "inversión de valores", etc., pero cuando se les pide que den alguna definición acerca de ellos entonces dudan, balbucean cualquier cosa... o guardan silencio porque no saben qué decir.
Con el siguiente ejemplo podremos ver mejor esta situación:
Cuando en mis talleres sobre Ética y Valores pregunto al auditorio:
-Qué entienden ustedes por sinceridad?
La mayoría de las personas responden casi automáticamente:
- No mentir.
- ¿Será cierto? - pregunto de nuevo -. Y muchos afirman que sí.
Entonces me gusta relatarles la siguiente anécdota. Durante el tratamiento a una paciente alcohólica, en Bogotá, una mujer muy hermosa de unos 32 años, le hablé de la importancia de la sinceridad en su relación de pareja.
- Ah no, doctor- me interrumpió ella muy bruscamente-. Yo sí soy muy sincera. De hecho no puede haber una mujer más sincera que yo. Figúrese que cada vez que le pongo los cachos a mi esposo (en Colombia se le dice así a la infidelidad conyugal), más o menos dos veces a la semana, yo misma voy y se lo cuento inmediatamente y le pido que me perdone... y él me perdona. ¿No cree que soy una mujer muy sincera?
- Muy cínica- pensé para mí mismo, pero obviamente no se lo dije.
Con esta anécdota mi auditorio queda mudo. Y para hacerlos reflexionar les pregunto:
-¿Siguen creyendo que la sinceridad es no mentir?
Porque lo que es evidente con esta anécdota, es que esta paciente le está diciendo la verdad a su esposo... pero, ¿está siendo sincera con él?
Esta situación es típica, debido a que a fuerza de ver y oír muchas palabras creemos erróneamente que conocemos su significado, lo cual no siempre resulta ser cierto.
La palabra sinceridad parece provenir de la Antigua Grecia donde la escultura era un arte muy desarrollado; pero como no siempre los bloques de mármol eran perfectos, para disimular sus fisuras o demás imperfecciones los escultores las taponaban con cera derretida, la cual al solidificarse era pulida. Así, para obtener un mayor valor por sus obras perfectas, sin imperfecciones, los escultores las promocionaban como "obras sin cera" o, en otras palabras, les estaban asegurando a sus clientes que ellos no los estaban engañando con esculturas imperfectas.
Por lo tanto, la definición correcta de sinceridad es no engañar a nadie. Y eso incluye no engañarnos a nosotros mismos.
Para mayor beneficio de ustedes,les propongo que confronten sus propias definiciones de los valores que cito a continuación, con las que puedan encontrar después en un buen diccionario.
En mi próximo artículo citaré las mismas definiciones que incluyo en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia". Estos valores son:
CONFIANZA.
RECTITUD.
TOLERANCIA.
LEALTAD.
HONESTIDAD.
TRANSPARENCIA.
RESPETO.
RESPONSABILIDAD.
SOLIDARIDAD.
EFICIENCIA.
Hasta nuestro próximo encuentro, con un cordial abrazo para todos.
Efraín
lunes, 26 de julio de 2010
¿Qué son los Valores?
Hola, amigos:
Hoy quiero decirles que los valores morales son normas de conducta creados por el hombre para usarlas como guías en su vida personal, por lo cual puede establecerlas para alcanzar fines constructivos para sí mismo y para la sociedad, o para hacer lo contrario. Por esta razón algunos estudiosos hablan de que existen valores positivos y valores negativos, según cuales sean sus finalidades, mientras que otros dicen que solo hay valores y anti valores, para diferenciarlos por sus objetivos.
Un ejemplo de lo anterior es que la mayoría de las sociedades modernas consideran que la honestidad es una conducta deseable en cualquier persona, por lo cual se le denomina " valor" o "valor positivo", mientras que su opuesto, la deshonestidad, es considerada como un anti valor o "valor negativo", por lo cual es socialmente censurable.
Esta es una discusión que, a mi juicio, carece de importancia, porque resulta muy fácil diferenciar a una persona tolerante de otra intolerante, así como distinguir a una persona honesta de otra deshonesta.
Vale decir que los delincuentes adoptan como normas de conducta de sus vidas precisamente los llamados "anti valores" o " valores negativos", razón por la cual son rechazados por la sociedad.
Desafortunadamente hay bastante confusión entre muchas personas y algunos estudiosos de la ética sobre la verdadera naturaleza de los valores morales. Por eso es frecuente ver que en multitud de textos escolares se incluyen como valores docenas y docenas de atributos personales a los cuales se les denomina "valores", sin que realmente lo sean, como es el caso de la simpatía.
Para aclarar este punto, se debe tener en cuenta que un valor moral es una norma de conducta que contribuye a elevar la conciencia moral del hombre que la practica, o sea que esta persona podrá alcanzar por su práctica un desarrollo personal y espiritual y ser por lo tanto una mejor persona.
Con esta definición básica, miremos entonces el caso de la simpatía. ¿Podrá considerársele realmente como un valor moral?
Mi respuesta es negativa, porque si así fuera entonces tendríamos que convenir en que todos los estafadores del mundo serían unos grandes santos por tener un alto desarrollo espiritual, ya que ellos tienen que usar la simpatía para acercarse a sus víctimas, ganar su confianza y luego engañarlas para quitarles su dinero o sus bienes.
Este ejemplo nos debe poner en guardia para no caer en esta clase de trampas, porque la simpatía es simplemente una actitud personal que es socialmente deseable, pero de allí a ser un valor espiritual hay muchísimo trecho.
Y otra prueba de esto es que el mundo ha conocido multitud de personas de elevadas condiciones morales, algunos de ellos catalogados como santos o como grandes benefactores de la humanidad, quienes nunca se caracterizaron por ser precisamente simpáticos.
En mi próximo artículo continuaremos este interesante tema.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
Hoy quiero decirles que los valores morales son normas de conducta creados por el hombre para usarlas como guías en su vida personal, por lo cual puede establecerlas para alcanzar fines constructivos para sí mismo y para la sociedad, o para hacer lo contrario. Por esta razón algunos estudiosos hablan de que existen valores positivos y valores negativos, según cuales sean sus finalidades, mientras que otros dicen que solo hay valores y anti valores, para diferenciarlos por sus objetivos.
Un ejemplo de lo anterior es que la mayoría de las sociedades modernas consideran que la honestidad es una conducta deseable en cualquier persona, por lo cual se le denomina " valor" o "valor positivo", mientras que su opuesto, la deshonestidad, es considerada como un anti valor o "valor negativo", por lo cual es socialmente censurable.
Esta es una discusión que, a mi juicio, carece de importancia, porque resulta muy fácil diferenciar a una persona tolerante de otra intolerante, así como distinguir a una persona honesta de otra deshonesta.
Vale decir que los delincuentes adoptan como normas de conducta de sus vidas precisamente los llamados "anti valores" o " valores negativos", razón por la cual son rechazados por la sociedad.
Desafortunadamente hay bastante confusión entre muchas personas y algunos estudiosos de la ética sobre la verdadera naturaleza de los valores morales. Por eso es frecuente ver que en multitud de textos escolares se incluyen como valores docenas y docenas de atributos personales a los cuales se les denomina "valores", sin que realmente lo sean, como es el caso de la simpatía.
Para aclarar este punto, se debe tener en cuenta que un valor moral es una norma de conducta que contribuye a elevar la conciencia moral del hombre que la practica, o sea que esta persona podrá alcanzar por su práctica un desarrollo personal y espiritual y ser por lo tanto una mejor persona.
Con esta definición básica, miremos entonces el caso de la simpatía. ¿Podrá considerársele realmente como un valor moral?
Mi respuesta es negativa, porque si así fuera entonces tendríamos que convenir en que todos los estafadores del mundo serían unos grandes santos por tener un alto desarrollo espiritual, ya que ellos tienen que usar la simpatía para acercarse a sus víctimas, ganar su confianza y luego engañarlas para quitarles su dinero o sus bienes.
Este ejemplo nos debe poner en guardia para no caer en esta clase de trampas, porque la simpatía es simplemente una actitud personal que es socialmente deseable, pero de allí a ser un valor espiritual hay muchísimo trecho.
Y otra prueba de esto es que el mundo ha conocido multitud de personas de elevadas condiciones morales, algunos de ellos catalogados como santos o como grandes benefactores de la humanidad, quienes nunca se caracterizaron por ser precisamente simpáticos.
En mi próximo artículo continuaremos este interesante tema.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo para todos.
Efraín
domingo, 18 de julio de 2010
¿Para Qué Sirve la Ética?
Hola, amigos:
Tradicionalmente la ética y los valores han sido temas tratado casi exclusivamente por filósofos, clérigos o líderes espirituales; los primeros se han caracterizado por exponer sus ideas sobre estos temas usando un lenguaje tan enrevesado que solamente sus colegas puedan entenderlos, con la falsa creencia de que en esta forma van a aparecer ante la opinión pública como "unos grandes sabios". Los clérigos y demás líderes religiosos, por su parte, han ligado estos temas a los dogmas de cada uno de sus credos, en una forma tan estricta y autoritaria que automáticamente suscitan el rechazo de cualquier persona medianamente pensante interesada en profundizar sobre ellos.
Esto ha sido desafortunado, porque la mayoría de las personas asocian los términos "ética" y "valores" con incomprensibles discursos filosóficos o religiosos capaces de competir en eficacia con los más potentes somníferos, de tal modo que su sola mención espanta a la mayoría de las personas.
Por lo anterior, en este portal se pretende, con toda sencillez, cambiar esta distorsionada visión de la ética y los valores para que toda persona interesada en su evolución espiritual pueda tener una visión realista y práctica sobre estos temas y los pueda aprovechar para su beneficio personal.
Para comenzar, como se ha dicho en anteriores artículos, al ser la ética la parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral, no tiene por que ser un tema de dominio exclusivo de los filósofos o de los religiosos. Cualquier persona pensante puede reflexionar sobre la moral y establecer sus propias normas de conducta acerca de lo que es bueno o malo para su vida, para su familia y para la sociedad donde vive, o sea establecer sus propios valores morales que le van a servir de guías para dirigir su vida en forma inteligente y constructiva.
Esto da respuesta a la pregunta del título, porque la ética marca el punto de inflexión en el desarrollo espiritual del hombre, debido a que cuando él comienza a pensar y meditar sobre estos aspectos es porque algo en su interior lo ha motivado a querer ser una mejor persona, a adoptar normas de comportamiento benéficos para sí mismo y para la sociedad y eso es el comienzo de su desarrollo personal que lo va a llevar a abandonar su indeseable estilo de vida anterior a esta etapa.
Entonces, si la ética marca el comienzo de la evolución espiritual del hombre, los valores le sirven de refuerzo en este propósito. Haciendo una analogía, podríamos decir que la ética equivale a la decisión del hombre de construir un nuevo edificio para su vida y los valores morales equivalen al hierro que tendrá que usar como refuerzo para las columnas, cimientos, vigas de amarre y demás estructuras de su edificio, para garantizar que este tenga suficiente solidez y una larga permanencia en el tiempo.
Estos temas están ampliamente explicados en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" (y también al mundo), el cual será enviado gratuitamente a toda persona que lo solicite por medio de esta página, dejando un comentario a este artículo manifestando su deseo de recibirlo y dando un e.mail donde lo quiera recibir. Obviamente se garantiza que su e-mail no será usado para propósitos de spam.
Como siempre, les envío un cordial saludo y un abrazo para todos.
Efraín
Tradicionalmente la ética y los valores han sido temas tratado casi exclusivamente por filósofos, clérigos o líderes espirituales; los primeros se han caracterizado por exponer sus ideas sobre estos temas usando un lenguaje tan enrevesado que solamente sus colegas puedan entenderlos, con la falsa creencia de que en esta forma van a aparecer ante la opinión pública como "unos grandes sabios". Los clérigos y demás líderes religiosos, por su parte, han ligado estos temas a los dogmas de cada uno de sus credos, en una forma tan estricta y autoritaria que automáticamente suscitan el rechazo de cualquier persona medianamente pensante interesada en profundizar sobre ellos.
Esto ha sido desafortunado, porque la mayoría de las personas asocian los términos "ética" y "valores" con incomprensibles discursos filosóficos o religiosos capaces de competir en eficacia con los más potentes somníferos, de tal modo que su sola mención espanta a la mayoría de las personas.
Por lo anterior, en este portal se pretende, con toda sencillez, cambiar esta distorsionada visión de la ética y los valores para que toda persona interesada en su evolución espiritual pueda tener una visión realista y práctica sobre estos temas y los pueda aprovechar para su beneficio personal.
Para comenzar, como se ha dicho en anteriores artículos, al ser la ética la parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral, no tiene por que ser un tema de dominio exclusivo de los filósofos o de los religiosos. Cualquier persona pensante puede reflexionar sobre la moral y establecer sus propias normas de conducta acerca de lo que es bueno o malo para su vida, para su familia y para la sociedad donde vive, o sea establecer sus propios valores morales que le van a servir de guías para dirigir su vida en forma inteligente y constructiva.
Esto da respuesta a la pregunta del título, porque la ética marca el punto de inflexión en el desarrollo espiritual del hombre, debido a que cuando él comienza a pensar y meditar sobre estos aspectos es porque algo en su interior lo ha motivado a querer ser una mejor persona, a adoptar normas de comportamiento benéficos para sí mismo y para la sociedad y eso es el comienzo de su desarrollo personal que lo va a llevar a abandonar su indeseable estilo de vida anterior a esta etapa.
Entonces, si la ética marca el comienzo de la evolución espiritual del hombre, los valores le sirven de refuerzo en este propósito. Haciendo una analogía, podríamos decir que la ética equivale a la decisión del hombre de construir un nuevo edificio para su vida y los valores morales equivalen al hierro que tendrá que usar como refuerzo para las columnas, cimientos, vigas de amarre y demás estructuras de su edificio, para garantizar que este tenga suficiente solidez y una larga permanencia en el tiempo.
Estos temas están ampliamente explicados en el libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" (y también al mundo), el cual será enviado gratuitamente a toda persona que lo solicite por medio de esta página, dejando un comentario a este artículo manifestando su deseo de recibirlo y dando un e.mail donde lo quiera recibir. Obviamente se garantiza que su e-mail no será usado para propósitos de spam.
Como siempre, les envío un cordial saludo y un abrazo para todos.
Efraín
domingo, 4 de julio de 2010
Objetivos y Contenido del libro gratis "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia"
Hola, amigos:
Para mayor información de ustedes señalaré los objetivos y contenido de esta magnífica obra de crecimiento personal, la cual se ha escrito en lenguaje sencillo, comprensible para todos, sin ningún sesgo religioso, político o de otra clase.
Sus principales objetivos son:
1- Definir la terminología relacionada con la ética y los valores, sobre lo cual hay bastante confusión entre la población general.
2- Propiciar el auto conocimiento.
3- Estudiar a fondo el problema de la corrupción y señalar vías de acción para enfrentarla.
4- Analizar los principales cánceres que están atacando a nuestra sociedad como son la cultura machista, la cultura del alcohol con sus graves secuelas de violencia intra familiar y maltrato infantil, así como también la discriminación, la agresividad estatal y social y el grave impacto que tiene "La Triple Alianza" en la expansión de la pobreza en Colombia.
5- Enseñar cómo la ética y los valores morales influyen decisivamente en la vida personal, social, laboral y en la relación de pareja.
6- Señalar vías de crecimiento espiritual que cualquier persona puede seguir, sin importar su credo religioso o su filiación política.
Su contenido es el siguiente: Página
Dedicatoria 3
Introducción 5
Capítulo 1.
UN PAÍS DE HORROR 8.
Capítulo 2.
LA ÉTICA: INSTRUMENTO DE EVOLUCIÓN SOCIAL 11
Definición
Evolución y enfoques filosóficos
Aplicación práctica
La moral universal
Capítulo 3.
EL HOMBRE Y LA CORRUPCIÓN 32
La evolución humana
- Los niveles de conciencia
La corrupción
Capítulo 4.
COLOMBIA: UN PAÍS ÚNICO 59
Diversidad étnica
Diversidad cultural
Idiosincrasia
- Falta de sentido de nacionalidad
- Individualismo
- La codicia
- La doble moral
- El chisme y la envidia
- Factores positivos
Capítulo 5.
LAS SEMILLAS DE LA VIOLENCIA 75
La cultura machista
La cultura del alcohol
La agresividad estatal y social
La discriminación: un cáncer social
Errores educativos
La agresividad intra familiar
- El maltrato infantil
- La espiral de la violencia
Capítulo 6.
LA POBREZA Y LA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA 95
La psicología de la pobreza y la riqueza
La Triple Alianza
- La clase política corrupta y el Estado colombiano
La pauperización de los salarios
La política educativa
La política de servicios públicos
La política impositiva
- El sistema financiero
Los intereses bancarios
La unidad de poder adquisitivo constante UPAC - UVR
Capítulo 7.
LA JUSTICIA 129
Breve reseña histórica
Definiciones
La justicia y la ley: lo legal y lo justo
Capítulo 8.
CONSTRUYENDO NUESTRA ÉTICA 144
Taller: La casa personal
Como adquirir valores positivos
Los dilemas éticos
Capítulo 9.
LA MORAL CIVIL 160
Capítulo 10.
LA MUJER COMO FACTOR DE CAMBIO 164
Su aporte social
Capítulo 11.
EL SENDERO PERSONAL 170
Capítulo 12.
NUESTRA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL 174
Bibliografía 180
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo
Efraín
Para mayor información de ustedes señalaré los objetivos y contenido de esta magnífica obra de crecimiento personal, la cual se ha escrito en lenguaje sencillo, comprensible para todos, sin ningún sesgo religioso, político o de otra clase.
Sus principales objetivos son:
1- Definir la terminología relacionada con la ética y los valores, sobre lo cual hay bastante confusión entre la población general.
2- Propiciar el auto conocimiento.
3- Estudiar a fondo el problema de la corrupción y señalar vías de acción para enfrentarla.
4- Analizar los principales cánceres que están atacando a nuestra sociedad como son la cultura machista, la cultura del alcohol con sus graves secuelas de violencia intra familiar y maltrato infantil, así como también la discriminación, la agresividad estatal y social y el grave impacto que tiene "La Triple Alianza" en la expansión de la pobreza en Colombia.
5- Enseñar cómo la ética y los valores morales influyen decisivamente en la vida personal, social, laboral y en la relación de pareja.
6- Señalar vías de crecimiento espiritual que cualquier persona puede seguir, sin importar su credo religioso o su filiación política.
Su contenido es el siguiente: Página
Dedicatoria 3
Introducción 5
Capítulo 1.
UN PAÍS DE HORROR 8.
Capítulo 2.
LA ÉTICA: INSTRUMENTO DE EVOLUCIÓN SOCIAL 11
Definición
Evolución y enfoques filosóficos
Aplicación práctica
La moral universal
Capítulo 3.
EL HOMBRE Y LA CORRUPCIÓN 32
La evolución humana
- Los niveles de conciencia
La corrupción
Capítulo 4.
COLOMBIA: UN PAÍS ÚNICO 59
Diversidad étnica
Diversidad cultural
Idiosincrasia
- Falta de sentido de nacionalidad
- Individualismo
- La codicia
- La doble moral
- El chisme y la envidia
- Factores positivos
Capítulo 5.
LAS SEMILLAS DE LA VIOLENCIA 75
La cultura machista
La cultura del alcohol
La agresividad estatal y social
La discriminación: un cáncer social
Errores educativos
La agresividad intra familiar
- El maltrato infantil
- La espiral de la violencia
Capítulo 6.
LA POBREZA Y LA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA 95
La psicología de la pobreza y la riqueza
La Triple Alianza
- La clase política corrupta y el Estado colombiano
La pauperización de los salarios
La política educativa
La política de servicios públicos
La política impositiva
- El sistema financiero
Los intereses bancarios
La unidad de poder adquisitivo constante UPAC - UVR
Capítulo 7.
LA JUSTICIA 129
Breve reseña histórica
Definiciones
La justicia y la ley: lo legal y lo justo
Capítulo 8.
CONSTRUYENDO NUESTRA ÉTICA 144
Taller: La casa personal
Como adquirir valores positivos
Los dilemas éticos
Capítulo 9.
LA MORAL CIVIL 160
Capítulo 10.
LA MUJER COMO FACTOR DE CAMBIO 164
Su aporte social
Capítulo 11.
EL SENDERO PERSONAL 170
Capítulo 12.
NUESTRA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL 174
Bibliografía 180
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un cordial saludo
Efraín
martes, 29 de junio de 2010
¿Qué es la Ética?
Hola, amigos:
La ética es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral, o sea sobre el concepto que tiene el hombre acerca del bien y del mal.
Sobra decir que no todas las personas tienen las mismas opiniones acerca de lo que es el bien o el mal, porque estos conceptos dependen exclusivamente del nivel de conciencia moral que tenga cada persona, el cual a su vez está influenciado por su religión, su educación y por su cultura.
Esto explica el por qué a las personas altamente evolucionadas en su conciencia moral les resultan incomprensibles muchas de las actividades realizadas por otras personas de condición moral mucho más baja como, por ejemplo, la contaminación del medio ambiente que lleva a la aniquilación de muchas formas de vida y al desequilibrio ecológico, los engaños en los negocios, los robos, las lesiones o muertes a otros hombres o las torturas a los animales, entre muchas otras que sería muy largo citar.
Y lo que es necesario saber, para poder comprender los comportamientos de los humanos menos evolucionados, es que estos últimos no pueden darse cuenta de lo perjudicial que resultan sus acciones para con otras personas o para con el planeta, o simplemente lo saben pero no les importa gran cosa porque el egoismo los domina en todas sus actuaciones.
Por eso, la triste realidad, así nos duela reconocerla, es que este tipo de personas son verdaderos depredadores de la naturaleza que solo buscan saciar sus inagotables apetitos de riqueza y poder; y para lograrlo no se detienen ante nada. Por esta razón están desapareciendo todos los días miles de hectáreas de bosques y muchas especies de animales y vegetales, sin que a la gran mayoría de la humanidad le importe mucho este gran atentado contra la naturaleza.
Esta es una de las razones por las cuales el autor considera que solo la educación de la humanidad puede llevarnos a reflexionar sobre estas y otras muchas condiciones negativas que afrontamos en casi todos los países del mundo, porque una persona educada, con un alto nivel cultural, "no traga entero", o sea que no acepta sin analizar ninguna información engañosa dada por los políticos corruptos o por las grandes empresas multinacionales que están acabando con nuestra tierra, y puede convertirse en un ser pensante, analítico y más dispuesto a defender el planeta, su propia vida y el futuro de nuestros descendientes.
Y para llevar a cabo este propósito reitero mi oferta de enviar via e-mail mi libro gratis "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", a quienes se inscriban en este Blog.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Cordialmente,
Efraín
La ética es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral, o sea sobre el concepto que tiene el hombre acerca del bien y del mal.
Sobra decir que no todas las personas tienen las mismas opiniones acerca de lo que es el bien o el mal, porque estos conceptos dependen exclusivamente del nivel de conciencia moral que tenga cada persona, el cual a su vez está influenciado por su religión, su educación y por su cultura.
Esto explica el por qué a las personas altamente evolucionadas en su conciencia moral les resultan incomprensibles muchas de las actividades realizadas por otras personas de condición moral mucho más baja como, por ejemplo, la contaminación del medio ambiente que lleva a la aniquilación de muchas formas de vida y al desequilibrio ecológico, los engaños en los negocios, los robos, las lesiones o muertes a otros hombres o las torturas a los animales, entre muchas otras que sería muy largo citar.
Y lo que es necesario saber, para poder comprender los comportamientos de los humanos menos evolucionados, es que estos últimos no pueden darse cuenta de lo perjudicial que resultan sus acciones para con otras personas o para con el planeta, o simplemente lo saben pero no les importa gran cosa porque el egoismo los domina en todas sus actuaciones.
Por eso, la triste realidad, así nos duela reconocerla, es que este tipo de personas son verdaderos depredadores de la naturaleza que solo buscan saciar sus inagotables apetitos de riqueza y poder; y para lograrlo no se detienen ante nada. Por esta razón están desapareciendo todos los días miles de hectáreas de bosques y muchas especies de animales y vegetales, sin que a la gran mayoría de la humanidad le importe mucho este gran atentado contra la naturaleza.
Esta es una de las razones por las cuales el autor considera que solo la educación de la humanidad puede llevarnos a reflexionar sobre estas y otras muchas condiciones negativas que afrontamos en casi todos los países del mundo, porque una persona educada, con un alto nivel cultural, "no traga entero", o sea que no acepta sin analizar ninguna información engañosa dada por los políticos corruptos o por las grandes empresas multinacionales que están acabando con nuestra tierra, y puede convertirse en un ser pensante, analítico y más dispuesto a defender el planeta, su propia vida y el futuro de nuestros descendientes.
Y para llevar a cabo este propósito reitero mi oferta de enviar via e-mail mi libro gratis "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", a quienes se inscriban en este Blog.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Cordialmente,
Efraín
miércoles, 23 de junio de 2010
Libro gratis: "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia"
Hola Amigos:
Reciban mi cordial saludo y un estrecho abrazo de bienvenida a este rincón de crecimiento personal.
Si está leyendo este saludo es porque desea hallar alguna forma de superación personal o de combatir la corrupción que está desmoronando las bases de nuestra sociedad colombiana y de muchos otros países a lo largo y ancho del mundo.
Cualquiera que sea su motivación, siempre será bienvenido y periódicamente hallará artículos que espero sean de gran ayuda para su desarrollo personal, así como para los propósitos de este blog de despertar la consciencia moral que aún yace dormida en muchos colombianos y habitantes de muchos otros países.
Y permítame ofrecerle como regalo, de todo corazón, un obsequio especial que no encontrará en ninguna otra parte: un ejemplar digitalizado de mi libro titulado "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", el cual recibirá tan pronto usted se suscriba a este blog incluyendo su e-mail a donde quiera recibir este libro.
Aunque sobre decirlo, le doy mi completa seguridad de que su e-mail se mantendrá en estricta confidencialidad y jamás será usado para propósitos de spam.
Si este regalo es de su agrado espero que lo comparta con el mayor número de personas posible, porque la reconstrucción moral de nuestro país no da espera y esta es una tarea de todos, no solamente del gobierno de turno. Y extiendo una invitación igual para mis amigos de otros países.
Recordemos: para cambiar el mundo debemos comenzar con nosotros mismos.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un abrazo.
Efraín
Reciban mi cordial saludo y un estrecho abrazo de bienvenida a este rincón de crecimiento personal.
Si está leyendo este saludo es porque desea hallar alguna forma de superación personal o de combatir la corrupción que está desmoronando las bases de nuestra sociedad colombiana y de muchos otros países a lo largo y ancho del mundo.
Cualquiera que sea su motivación, siempre será bienvenido y periódicamente hallará artículos que espero sean de gran ayuda para su desarrollo personal, así como para los propósitos de este blog de despertar la consciencia moral que aún yace dormida en muchos colombianos y habitantes de muchos otros países.
Y permítame ofrecerle como regalo, de todo corazón, un obsequio especial que no encontrará en ninguna otra parte: un ejemplar digitalizado de mi libro titulado "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", el cual recibirá tan pronto usted se suscriba a este blog incluyendo su e-mail a donde quiera recibir este libro.
Aunque sobre decirlo, le doy mi completa seguridad de que su e-mail se mantendrá en estricta confidencialidad y jamás será usado para propósitos de spam.
Si este regalo es de su agrado espero que lo comparta con el mayor número de personas posible, porque la reconstrucción moral de nuestro país no da espera y esta es una tarea de todos, no solamente del gobierno de turno. Y extiendo una invitación igual para mis amigos de otros países.
Recordemos: para cambiar el mundo debemos comenzar con nosotros mismos.
Hasta nuestro próximo encuentro.
Un abrazo.
Efraín
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