La Corrupción

Hola, amigos:

Estoy de nuevo con ustedes luego de haber tenido que resolver algunas fallas en esta página que obligaron a un cambio de presentación.

Nuestro tema de hoy, la corrupción, está definida en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia" como "La violación de las normas éticas y morales para obtener beneficios de manera indebida y generalmente causando daños y perjuicios al Estado o a otras personas. Así la corrupción viene a ser sinónimo de soborno, cohecho, concusión, injusticia, violación de normas y procedimientos legales o abuso del poder en beneficio propio o de terceros".

Algunos estudiosos de este fenómeno lo atribuyen a las desigualdades sociales, al desempleo, a la pobreza, a la falta de oportunidades para vivir dignamente, pero esta afirmación queda sin piso al ver que los mayores corruptos en prácticamente todos los países del mundo están entre aquellas personas que más dinero tienen, como es el caso de los banqueros, expertos en finanzas, empresarios, políticos y altos funcionarios del Estado. Todos ellos son personas que se mueven en los más altos círculos sociales, por lo cual esa explicación resulta ser absurda porque, de hecho, entre las personas pobres es precisamente donde más se observa la honestidad en sus conductas habituales.

La corrupción es producto de la desaforada codicia propia del hombre primitivo, o sea aquel ser de muy escasa evolución moral. Esto significa que el hombre corrupto es aquel que en su escala de evolución personal está en el peldaño más bajo, o sea que hasta ahora está iniciando su evolución moral y por lo tanto carece de valores morales positivos. Para este personaje, por lo tanto, la ética, los valores morales y las elevadas normas de conducta social son letra muerta y le causan risa, porque su mente, su corazón y todo su ser están enfocados en una sola meta que es la obsesión de su vida: el dinero.

Que el hombre corrupto es un ser primitivo de eso no hay duda; sin embargo, para que no haya equívocos, esto no significa que el término "primitivo" tenga aquí el mismo significado que se le da a esta palabra cuando se le aplica a los indígenas o a los pueblos más atrasados del mundo. En los corruptos esta palabra significa un nulo desarrollo moral, sin importar que vivan en mansiones lujosas, tengan jets privados, autos finos y muchas otras comodidades. En realidad sus bienes no los hacen ser mejores personas, sino que en ellos son simplemente unos magníficos disfraces para esconder su naturaleza salvaje. En otras palabras, detrás de sus riquezas, títulos académicos, finos modales y grandes cargos son simplemente unos rapaces y vulgares lobos cubiertos con pieles de ovejas. Y al decir esto estoy insultando a los lobos.

El origen de la corrupción está, por lo tanto, dentro del corazón del hombre sin ningún desarrollo moral. Por lo tanto, si queremos disminuir los escandalosos niveles de corrupción que son habituales no solo en Colombia sino en muchos otros países, no hay sino dos alternativas: educar a las nuevas generaciones en forma correcta inculcándoles desde el hogar los altos valores morales que les permitirán ser personas de bien en sus vidas adultas y castigar ejemplarmente a los corruptos imponiéndoles largas condenas en cárceles bien vigiladas. Pero, por lo menos en Colombia, este último punto es casi impractible porque nuestra justicia no funciona porque está invadida precisamente por funcionarios corruptos que lo que menos les interesa es condenar a sus congéneres.

Por esa razón es que la impunidad en Colombia ronda la escandalosa cifra del 90%, según un estudio hecho años atrás por un grupo de profesores de la Universidad Nacional de Colombia, a pesar de los ingentes recursos financieros que el Estado colombiano ha destinado en las últimas décadas para su funcionamiento.

Sin embargo,esto no deberia desanimarnos a quienes anhelamos ver que nuestros descendientes tengan la fortuna de vivir en un mundo mejor, sin violencia y sin corruptos, porque está comprobado que LOS BUENOS SOMOS MÁS.
Volveré sobre este tema en una próxima oportunidad.

Un cordial saludo para todos.

Efraín