lunes, 23 de agosto de 2010

Definición de Valores (3)

Hola, amigos:

La siguiente es otra definición tomada del libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia":

LEALTAD: Fidelidad y respeto a un compromiso adquirido.

Hay muchas maneras como se manifiesta la deslealtad en la vida diaria; la más común es la infidelidad conyugal que, entre otras cosas, muchos hombres y mujeres no consideran como algo grave ni mucho menos como una falta de lealtad con su pareja, sino como algo intrascendente, "una aventurilla" o algo divertido y pasajero, olvidando olímpicamente que en el momento del matrimonio expresamente se comprometieron con su pareja a ser fieles con ella.

Además de lo anterior, estas personas consideran, erróneamente, que una cosa es ser infiel y otra muy diferente ser desleal; afirman (sobre todo los hombres) que ellos pueden ser infieles con sus parejas pero de ninguna manera desleales con ellas, arguyendo que la lealtad se aplica únicamente a la amistad, a los negocios o al trabajo pero no a la vida familiar. Eso, por supuesto, es tan equivocado como si nos dijeran que alguien puede ser ladrón sin ser al mismo tiempo un delincuente.
Lamentablemente estas actitudes denotan personalidades con un crecimiento espiritual cercano a cero, porque incluso muchas especies animales nos enseñan con sus comportamientos de pareja el valor de la lealtad. Además, viviendo como lo hacemos hoy en una época en donde las infecciones venéreas están a la orden del día, incluyendo al VIH, las cuales no hacen distinciones de ninguna clase entre las personas, resulta que la persona infiel está exponiendo a su pareja a contraer también alguna de estas enfermedades que le puede causar graves trastornos de salud e inclusive la muerte.

Otra forma de deslealtad muy frecuencte es la que se observa en el campo laboral. Desafortunadamente muchos empresarios tienen que lidiar con empleados que no tienen conciencia de este valor moral, por lo cual su deporte favorito es denigrar de su patrón o de la compañía que les brinda la oportunidad de trabajar y devengar un salario, generando muchas veces un mal ambiente laboral que le resta productividad a la empresa o que le puede crear una mala imagen corporativa que la priva de realizar muchos negocios.

Para esta clase de personas desleales con la compañía que las emplea, sus patronos son "unos explotadores" que se aprovechan de ellas para pagarles unos sueldos irrisorios. Pero resulta que en cualquier contrato de trabajo hay unas cláusulas de obligatorio cumplimiento tanto para el trabajador como para el empresario, entre las cuales está la obligatoriedad de pagar puntualmente el salario acordado y de trabajar una jornada laboral también acordada.

Y lo que no tienen en cuenta estos empleados desleales es que ellos exigen la totalidad del salario acordado, pero por su parte procuran evadir por todos los medios su obligación de trabajar un determinado número de horas. Para esto se valen de las más disímiles artimañas como son llegar justo a la hora de entrada para marcar su tarjeta a tiempo, pero de ahí a comenzar a trabajar hay mucho trecho, porque primero hay que llegar a su sitio de trabajo a acomodar sus pertenencias , luego hay que ir al baño, después pasar por la cafetería a tomar el primer café del día mientras se conversa con los demás compañeros sobre "los últimos chismes" o las novedades familiares de cada uno, incluidas sus vidas sentimentales, etc., y mientras tanto los sufridos clientes aguardan pacientes frente a las ventanillas para ser atendidos después de 15 o 20 minutos de espera injustificada.

Pero, eso sí, faltando quince minutos para la hora de salida todo el mundo suspende abruptamente sus labores y comienza una febril carrera hacia el baño para "arreglarse", tomar el último café del día, ponerse al corriente de "los últimos chismes" de la jornada y estar listos para salir en estampida al minuto exacto de la hora de salida.

Por lo anterior, una compañía sin una buena disciplina laboral pierde mensualmente un promedio de diez horas/hombre que, aún en una empresa pequeña de solo 50 empleados, viene a ser una pérdida total de 500 horas/hombre al mes, pérdida que constituye un fuerte golpe para la productividad y competitividad de cualquier negocio.
Aquí la deslealtad no está únicamente en el hecho de hablar mal de la empresa, sino también en no trabajar el horario completo acordado en el contrato de trabajo, con lo cual el trabajador no está respetando el compromiso laboral que adquirió al firmarlo.

En el próximo artículo continuaré con este interesante tema.

Un cordial saludo para todos.

Efraín

No hay comentarios:

Publicar un comentario