lunes, 23 de mayo de 2011

LA JUSTICIA: Nueva Arma Política

Hola, amigos:


Con profundo dolor los colombianos de bien asistimos hoy al funeral de tercera clase que la corte suprema de justicia de nuestro país le ha dado a este Principio Universal de Equidad, tal como se definió en un artículo anterior, para transformarlo en un vulgar instrumento de venganza contra los opositores del terrorismo político y como eficaz herramienta para dejar en la impunidad los más atroces delitos de lesa humanidad cometidos por las Farc y sus aliados políticos.

Esta situación no es nueva, tal como lo denuncié hace varios años en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", porque desde el año 2006 45 millones de colombianos hemos visto con sorpresa cómo una simple declaración dada ante los magistrados de la corte suprema de justicia o de la fiscalía general ha sido suficiente para condenar a penas de prisión de hasta 40 años a más de un congresista aliado del gobierno anterior, por una montaña de delitos que carecen de pruebas contundentes, mientras que, por otra parte, los políticos de izquierda abiertamente aliados con las Farc y que sin ningún rubor defienden los intereses de estos terroristas, dentro y fuera de nuestro país, como es el caso de la ex-senadora Piedad Córdoba y otros más, gozan de absoluta y total impunidad por sus graves delitos (entre ellos "Traición a la Patria"), porque ni la fiscalía ni la corte han hallado jamás "ni la más mínima prueba" que los inculpe.


Pero cuando en marzo de 2.008 el ejército colombiano abatió en Ecuador al Nº 2 de las farc, alias "Raul Reyes", inesperadamente encontró en su campamento varios computadores portátiles con abundante información sobre los movimientos secretos y estrategias subversivas, así como innumerables documentos que prueban sus nexos con congresistas del partido Polo Democrático Alternativo, conformado por el partido comunista colombiano y otros grupos de izquierda, así como el apoyo dado por los gobiernos de Venezuela y Ecuador y, sobre todo, el relevante papel estratégico cumplido por "Teodora de Bolívar" alias dado en esa agrupación subversiva a la entonces senadora Piedad Córdoba, cuyos desplazamientos por Venezuela, México y por varios países europeos coinciden milimétricamente con los numerosos viajes de dicha senadora, tanto en fechas como en lugares y horarios, por lo cual el año anterior fue destituida de su cargo de senadora por el actual procurador general de la nación.


Como es de público conocimiento, el gobierno colombiano entregó la custodia de estos computadores a la Policía de nuestro país y de inmediato solicitó a la Interpol que una comisión de expertos del más alto nivel avalara la autenticidad de la información contenida en ellos, lo cual dicha agencia internacional cumplió en los meses siguientes, certificando que dicha información no había sido alterada y que, por lo tanto, es auténtica. Y el mismo "Tirofijo", líder máximo de las farc por esa época, estuvo de acuerdo con esta conclusión al reconocer públicamente que "los secretos de las farc se perdieron con la incautación de estos computadores de "Raúl Reyes".


Los Colombianos de bien llegamos a creer, ingenuamente, que ahora sí, ante las abundantes pruebas documentales reveladas en estos computadores, tanto la fiscalía como la corte irían a iniciar una cascada de procesos contra la "Farcpolítica", en forma similar a como lo venía haciendo por la llamada por ellos "Parapolítica", o sea por la alianza entre congresistas y miembros de los llamados "Paramilitares o autodefensas". Pero no pasó nada.


En vano los colombianos esperamos el inicio de dichos procesos contra Piedad
Córdoba y otros líderes de izquierda mencionados en los citados computadores, pero esto no ocurrió. Entonces algunos periodistas honestos e independientes comenzaron a escribir artículos manifestando su extrañeza por este hecho, pero entonces, muy rápidamente, los periodistas de izquierda y abiertamente defensores de las farc, comenzaron una campaña de desprestigio contra estas pruebas alegando que dichos computadores habían sido obtenidos de manera "ilegal" por no haber mediado una orden judicial para su decomiso ni haber existido tampoco ninguna orden de allanamiento contra el campamento de "Raúl Reyes", etc. etc., argumentos a cual más pueriles.


Y ante estas presiones periodísticas y la creciente indignación de la opinión pública, por fin la corte suprema de justicia se dignó mirar este asunto... pero buscando algún modo de desvirtuar la validez de los documentos hallados en estos computadores.


Y el oso internacional que hizo este pseudo tribunal de justicia fue el hecho de pedirle a Scotland Yard, el organismo de investigación criminal de Inglaterra, que estudiara estos computadores y avalara si la información allí contenida era auténtica o si había sido alterada por los organismos de inteligencia colombianos; pero, como era apenas obvio, Scotland Yard se negó a hacerlo aclarando que por ser miembro de Interpol su posición oficial era de total respaldo al informe dado por dicho organismo multinacional.


Y mientras la corte suprema de justicia hacía este tremendo ridículo internacional, agencias de inteligencia y muchos gobiernos de todo el mundo acogían con total confianza el informe de Interpol y comenzaron a tomar decisiones diplomáticas y hasta judiciales con base en estos documentos.


Como es apenas obvio, esta información es de una enorme trascendencia porque desnuda totalmente las múltiples estrategias del terrorismo internacional contra Colombia, así como sus alianzas dentro y fuera de nuestro país, razón por la cual las farc se vieron obligadas a hacer un sacrificio máximo y enorme (al igual que ocurre en ajedrez cuando un jugador decide sacrificar su reina con tal de ganar el juego), el cual consistió en sacrificar públicamente a su máxima aliada dentro de la justicia colombiana quitándole su máscara de aparente imparcialidad: la corte suprema de justicia de Colombia.


En efecto, ante la imposibilidad de rebatir el impresionante número de documentos y pruebas hallados en los computadores de "Raúl Reyes", esta corte decidió hace dos días, de un plumazo, declarar que dichos documentos "no constituyen ninguna prueba", puesto que no fueron obtenidos de manera "legal", o sea con una previa orden judicial. Y punto. Con ese argumento dejaron de seguir el juicio que le habían iniciado al senador Wilson Borja, miembro del Polo Democrático y abierto simpatizante de las farc.


Pero lo que estos magistrados ignoran es que los colombianos no olvidamos que la base de los numerosos juicios por la llamada "Parapolítica" se iniciaron precisamente con la información contenida en un computador portátil decomisado por las fuerzas militares al comandante de las Autodefensas apodado "Jorge 40", cuyo contenido no fue avalado por interpol y para cuyo decomiso tampoco medió ninguna orden judicial previa.


Pero como la información allí contenida implicaba a numerosos congresistas activos enemigos acérrimos de las farc que respaldaron siempre la política de Seguridad Democrática del entonces presidente Álvaro Uribe, pues a ellos esta pseudo corte de justicia si se esmeró al máximo para investigarlos y condenarlos a largas penas de cárcel, mientras que en el caso opuesto la información de los computadores de "Raúl Reyes" "no constituye ninguna prueba" para iniciarles procesos a los aliados de las farc.


Conclusión:
La llamada "corte suprema de justicia" (que no merece ni siquiera las mayúsculas que la ortografía ordena) se quitó su careta de supuesta dignidad e imparcialidad y se reveló como lo que es: como el máximo brazo político y civil de las farc enquistado en el más alto tribunal de justicia de la nación, sobre quienes nadie tiene autoridad para juzgarlos ni pedirles cuentas por sus actuaciones en favor del terrorismo y en contra del Estado colombiano y de 45 millones de ciudadanos que en febrero de 2.008 marchamos en todo el mundo contra esta organización terrorista con el lema: NO MÁS FARC.


Bueno, tal vez me equivoque. Puede que en Colombia estos malditos hipócritas que visten togas tan negras como sus conciencias no tengan nadie quien los juzgue, pero... ¿será que algún día la Corte Penal Internacional se dignará mirar para este lado del mundo y darnos una manita devolviéndonos la Justicia que hemos perdido, porque las farc la han convertido en una terrible arma política en contra del Estado y de los 45 millones de colombianos de bien???


Hasta nuestro próximo encuentro, queridos amigos. Y si no vuelvo a escribir en este blog significará que he sido víctima de los sicarios judiciales de la corte suprema de justicia de Colombia.


Un abrazo para todos.


Efraín.

PD: La Justicia está de luto y Colombia rueda por el despeñadero de la impunidad y el terror. !Que el último apague la luz!

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