miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Psicología del Corrupto

El corrupto es el ser humano de más bajo nivel de evolución moral que hay sobre la tierra, por lo cual sus máximas ambiciones son:

SATISFACER: sus instintos, pasiones e inclinaciones que le brinden placer y bienestar a su cuerpo físico.
POSEER: todo cuanto exista bajo el sol.
DOMINAR: a sus semejantes, a la tierra y a la Creación entera.

Esto explica el por qué los altos valores morales como la honestidad, la sinceridad o la lealtad son letra muerta para él, porque les da la misma importancia que a las piedras de cualquier camino: sencillamente para él no existen y por eso se muere de la risa que lo llamen deshonesto, hipócrita, desleal o cualquier otra cosa similar.

Y puesto que su entera atención está puesta en el dinero y en idear formas de conseguirlo en grandes cantidades, sin importar los medios que tenga que usar para obtenerlo, esto nos permite conocer otras de sus facetas: el corrupto es, por encima de todo, un egoísta completo; por eso su palabra preferida es YO, YO, YO y YO. (Yo quiero una comisión del X% en este contrato). Y este egoísmo extremo encuentra un canal de manifestación a través de su más refinada astucia, la cual es una fase inferior de la inteligencia, que le confiere una mentalidad sumamente ágil para salirse con la suya cuando es sorprendido haciendo sus típicas maniobras dolosas; en estos casos, sus declaraciones públicas a los medios de comunicación son las mismas:

-"Mis actuaciones siempre han estado enmarcadas dentro de la ley".
-"Se trata de una persecución política en mi contra".
-"A las mentiras y a las infamias que dicen contra mi, yo les respondo con hechos y con obras".
-"Voy a demandar a quienes me acusan, por los delitos de injuria y calumnia", etc.,etc.

Y sobra decir que casi siempre el corrupto se sale con la suya evadiendo la justicia y la crítica social porque, por lo menos en Colombia, este personaje es un experto en "interpretar" las leyes a su favor aunque no tenga un título como abogado, debido a que en esencia es lo que en nuestro medio se conoce como un "avivato", o sea aquel personaje que siempre está avizorando dónde hay algún resquicio legal que él pueda aprovechar para sacar algún beneficio económico, generalmente a costa del erario público o sea del dinero de todos los contribuyentes.

Y sobra decir que este tenebroso personaje tiene dos grandes campos de acción en los cuales nada como pez en el agua: la política y el sector financiero. Y como los políticos son quienes dirigen el Estado, entonces muy astutamente han ideado una fatídica alianza (por lo menos en Colombia) mediante la cual los corruptos incrustados en el congreso y en la dirección del Estado hacen "leyes" hechas a la medida para favorecer determinados sectores económicos y aumentar sus exorbitantes ganancias "de manera legal", sectores o gremios que obviamente les retribuyen sus servicios con suculentas "comisiones" que son a todas luces ilegales. Pero como nadie se entera de ello... pues no pasa nada. Y si algún periodista averigua todo el asunto y lo publica entonces las autoridades superiores anuncian que realizarán "una investigación exhaustiva" del caso y que "sancionarán a los responsables".... y efectivamente lo hacen, pero no enviándolos a ninguna cárcel sino como embajadores en algún remoto país mientras a la prensa y a la población indignada se le olvida el asunto.

Y la mano del corrupto se ve en las leyes que son aprobadas en el congreso colombiano, porque todas ellas son cuidadosamente redactadas con artículos o con parágrafos que indican excepciones a su aplicación u otras condiciones que le permitirán al corrupto evadir dichas leyes. Este tipo de excepciones legales, incluidas dentro de cada nueva ley se conocen en Colombia con el nombre de "micos" y por lo mismo un aforismo común en nuestro país es: "Hecha la ley, hecha la trampa". Esta es una de las causas de la corrupción en Colombia, pero no la única.

Este tipo de concubinato entre el Estado, los políticos corruptos y el sector financiero en Colombia lo he bautizado con el nombre de "LA TRIPLE ALIANZA" y sus pormenores están descritos en en mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia". Quien desee conocer a fondo este tema solo tiene que pedir esta obra por medio de este blog.

¿El corrupto le teme a algo? Por su cinismo y desfachatez con que actúa pareciera que no , pero realmente si le teme a algo: a las sanciones legales que lo priven de su libertad y que le puedan ocasionar algún sufrimiento a su cuerpo físico. Es a lo único que teme. Lo demás le importa un bledo; que en la calle o en los medios de comunicación lo llamen corrupto o ladrón eso no lo trasnocha en lo más mínimo porque, por lo menos en Colombia, si alguien se atreve a señalarlo en esta forma se expone a pasar una larga temporada en prisión porque este nefasto personaje cuenta con un aliado incondicional y tremendamente efectivo para protegerlo: la justicia colombiana.

Hasta nuestro próximo encuentro, queridos amigos.

Efraín

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