Definición de Valores (6)

Hola, amigos:

Hoy continuaré con otra importante definición tomada de mi libro "Ética y Valores para Reconstruir a Colombia", con algunos comentarios adicionales.

RESPONSABILIDAD
Es la capacidad y disposición para cumplir con nuestros deberes y no eludir las consecuencias de nuestras acciones.

De esta definición se infiere el gran peso que este valor moral tiene para el desarrollo personal y para la evolución tanto de la familia como de la sociedad, porque no hace falta ser un experto para ver que este valor está ausente en una gran parte de nuestra población. Si miramos al trabajador promedio, veremos que raramente él está dispuesto a asumir su responsabilidad por sus errores en el trabajo, ya que su reacción habitual es decir:
- Yo no tuve la culpa.
- Así se ha hecho esto siempre.
- No me dijeron que esto no se podía hacer, etc., etc.
Y es este mismo trabajador quien se convierte en un experto de la excusitis para justificar sus llegadas tardes al trabajo de forma continua, porque la causa de su retraso es siempre "el trancón " en el tráfico, la enfermedad de la abuelita, la demora en abrir la guardería para su hijo, la lluvia, el sol, el cambio de luna, etc; cualquier cosa fuera de su control es, según él, la causante de su incumplimiento pero nunca, jamás, el hecho de haberse levantado tarde.

Y como esta condición no es exclusiva del ámbito laboral, esta también incide por supuesto muy negativamente en cualquier familia en donde alguno de los esposos carezca de la responsabilidad que debería tener para contribuir a la educación de los hijos y al bienestar de la familia. Y es precisamente esta condición, tan extendida en la actualidad, la que ha causado el gran desbarajuste familiar y social por la errónea educación de los niños en las últimas décadas.
Y por ser este es un tema que despierta muchas ampollas entre las mujeres, pero especialmente entre las feministas, casi nadie lo menciona como uno de los grandes causantes de los graves problemas familiares y sociales de la actualidad, pero es necesario decirlo: cuando la mujer decidió salir de su casa para "conquistar su espacio" compitiendo en el mundo laboral con el hombre, lo hizo porque no midió las consecuencias de su decisión debido a que olvidó que la naturaleza le asignó la enorme responsabilidad de ser la columna vertebral de la familia y realizar la educación primaria de sus hijos, principalmente en el campo de los valores a través de su ejemplo de vida. Y esta educación se daba de manera natural cuando mamá estaba en casa, pendiente de sus hijos, recibiéndolos con un beso , un abrazo y con un vaso de leche y unas galletas tan pronto llegaban del colegio, acompañándolos, dándoles mucho afecto, vigilando sus amistades y evitando para ellos "las malas compañías" por lo cual en esas épocas no exitían las pandillas juveniles ni la delincuencia entre los niños y adolescentes aunque, vale la pena aclararlo, tampoco existían la marihuana ni las demás drogas ilícitas.

Hoy día, como sabemos, la situación es muy distinta. Con la reducción de la jornada escolar a solo medio día y con una mamá que trabaja arduamente fuera de casa hasta la noche, el niño llega a su casa y si acaso es recibido por una empleada doméstica cuya cultura, costumbres y fibra moral los padres casi nunca conocen. En otros casos al niño no lo espera nadie en casa y por lo tanto sus únicas compañías durante la mitad del día son el Nintendo, los videojuegos, la televisión y sus amigos quienes, sin saberlo, suplen con su compañía la falta de afecto que no han recibido de sus padres.
Y para completar este cuadro, la madre generalmente arrastra un gran sentimiento de culpa porque siente que en alguna forma tiene bastante abandonados a sus hijos para poder cumplir con su trabajo por lo cual, para compensar, los llena de juguetes caros, ropas de marca y evita educarlos en forma correcta imponiéndoles los límites y la disciplina necesaria para evitar que ellos se desvien de la rectitud adoptando conductas censurables.

Y para rematar este panorama, desde hace unos veinte años la ONU, el ICBF, el Estado, los maestros y cuando pseudo experto en educación infantil hay se han dedicado a inculcarles a los niños, desde el kinder, que "ellos tienen DERECHOS", que la ley los protege contra los adultos y que, incluso, ellos pueden acudir ante los jueces a poner acciones de tutela para "reclamar sus derechos".
En consecuencia, desde los tres años de edad los padres ya no pueden corregir a sus hijos sin que estos, en forma altanera les increpen: "Es que yo tengo mis derechos". Y esta respuesta se la repiten a diario a cualquiera de sus profesores que les corrigen algun error en sus estudios.

Esto no es nada extraño, en realidad, debido a que ni la ONU, ni el Estado, ni el Ministerio de Educación ni ningún "experto" en educación ha pensado jamás en la posibilidad de que los niños puedan tener deberes que cumplir. Ni en Colombia ni en muchos otros países a los niños se les enseña hoy día que ellos tienen DEBERES que no son negociables como estudiar, respetar y obedecer a sus padres, a sus maestros y a las personas mayores, respetar y convivir armoniosamente con sus compañeros de estudio y con otros niños, respetar y obedecer a las autoridades, practicar la tolerancia y cumplir las leyes de su país para crecer siendo un buen ciudadano.

La falta de este equilibrio entre derechos y deberes para los niños ha producido el fenómeno de los niños tiranos, la aparición de las pandillas y la delincuencia juvenil. Sin duda este es un tema para reflexionar profundamente si queremos contruir un mejor país para todos.

Un cordial saludo para todos.

Efraín